A 22 kilómetros de Quito, en la parroquia San Antonio de Pichincha, están las ruinas arqueológicas de Rumicucho. Allí se puede visitar lo que queda de una fortaleza prehispánica. Este complejo histórico abarca unos 380 metros de largo por 75 de ancho y están sobre una pequeña loma, por la que atraviesa la línea equinoccial.
Por su localización, era un lugar perfecto para ser un gran observatorio astronómico y punto estratégico militar. Desde allí se observan los cerros La Marca y Cayambe, que forman un eje por donde atraviesa el equinoccio. Esto es una evidencia de que sobre este sitio también se realizaban actividades ceremoniales, en honor al dios Sol.