Retazos del mundo, en la capital

Sazón argentina, en Quito. En Sur un chef de Córdoba importa carne de su país.

Sazón argentina, en Quito. En Sur un chef de Córdoba importa carne de su país.

La música en los centros comerciales parece marcar el paso de sus visitantes. Por sus pasillos caminan hombres y mujeres exhibiendo su estilo, como si estuvieran desfilando sobre una pasarela.

En las tiendas se puede encontrar ropa de marcas estadounidenses, españolas, francesas, colombianas, nacionales... y armar de prenda en prenda un guardarropa al estilo de cada persona.

Eso no era tan común antes, según Gabriela Galárraga, reina de Quito 2005-2006. Ella estuvo de compras en Benetton, uno de los locales de ropa y accesorios de Italia, que está abierto en el Quicentro Shopping.Mientras miraba los escaparates, recordaba que cuando era niña lo mejor que le podía pasar era regresar a Quito desde EE.UU. con ropa y dulces de allá. Pero eso no sucede más. Ahora encuentra con facilidad en Quito muchas de las cosas que eran una novedad en aquellos años.

También ocurre con la comida. Sebastián Terneus, gerente del restaurante Noé de la av. Isabel la Católica, afirma que años atrás poca gente consumía sushi. Con el paso de los años esta tendencia creció en Quito hasta volverse común.

Según Terneus, en este local la mayor parte de clientes tiene entre 18 y 30 años. Han implementado, además, estrategias para entretener a los niños que también consumen sus rollos.

 

 

En Noé hay comida tradicional japonesa y comida fusión. El crecimiento del consumo se evidencia en que tras el primer local en Cumbayá se abrieron sucursales en la av. Isabel la Católica, en cuatro centros comerciales de Quito y en tres de Guayaquil.

“Creo que esto es producto de la globalización, simplemente. El sushi como muchas otras cosas, ya es accesible en la capital. Y cada vez es más común entre la gente de clase económica media, media-alta y alta”, dice.

Según información proporcionada por Quito Turismo, en la capital están registrados seis restaurantes de lujo y 265 de primera categoría. También hay nueve hoteles de lujo y 15 de primera. A Esto se suman los 20 hostales también de primera.

Estos están al servicio de turistas y ejecutivos nacionales y extranjeros. Hasta el 29 de noviembre de este año a la ciudad llegaron 430 885 extranjeros; en el 2009 fueron 461 535; y en el 2008, 467 404, según la Dirección Nacional de Migración.

Además de hospedaje y alimentación, los hoteles y restaurantes brindan servicios para realizar conferencias y convenciones en sus salones. Y eso es de utilidad para las 646 empresas extranjeras asociadas a la Cámara de Comercio de Quito.

Estas mantienen actividades diversas, en áreas como transporte aéreo, industria, petróleo, carga, construcción, importaciones, asesoramiento empresarial, venta de textiles, hotelería, organización de espectáculos, medicina, entre otras.

Algunos extranjeros deciden hacer de Quito su hogar, como ocurrió años atrás con Néstor Buratovich (+) y Héctor Avero.

Los argentinos montaron la parrilla Los Troncos, hace 16 años. Hace cuatro años abrieron un restaurante de comida argentina contemporánea gourmet, según Leandro Buratovich, hijo de Néstor. Él es el gerente del Sur. Omar Bertorelli, de Córdoba, es el chef del lugar.

Aquí se dan catas de vino y de whisky, en la cava. “En el 2002 se consumía una copa per cápita. Las estadísticas del 2009 muestran que subió a una botella per cápita”, dice Buratovich.

Sur es un sitio lujoso, dirigido por este somelier de la primera generación de Ecuador. “Mi mamá es gringa, mi papá argentino, mi apellido croata. Soy toda una mezcla, pero me siento feliz de ser 100% ecuatoriano”, dice.

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