El quiteño toma precauciones por los aguaceros

Teresa Becerra trabaja en una farmacia en la av. América y Selva Alegre. Comenta que desde hace dos semanas sale de su casa con abrigo impermeable y paraguas. Vive en Capelo, en el valle de Los Chillos. Allí no suele hacer tanto frío.Mientras coloca un par de guantes de lana en sus manos, una ligera lluvia empieza a caer sobre la ciudad. El viento sopla fuerte. Becerra se coloca un suéter de lana azul que lo saca de un casillero de metal ubicado en la parte trasera de la farmacia.

Por las permanentes lluvias y el constante cambio de clima que experimenta la ciudad, ella trae desde su casa un suéter, guantes y otro par de zapatos.

“Cuando llueve, en muchas de las calles se acumula el agua. Tienes que pasar saltando los grandes charcos”. Es imposible evitar no mojarte los pies”, asegura.

Con esto concuerda Luis Oviedo, guardia de seguridad del Conjunto Habitacional La Granja, en la Mariana de Jesús.

Oviedo trabaja desde las 06:00 hasta las 18:00, en horarios rotativos por semana. Él, al igual que Luis Tapia, compañero de trabajo, ha cambiado sus hábitos de vestirse. Debajo de su uniforme de guardianía Oviedo y Tapia usan un traje térmico.

“Generalmente me lo pongo cuando tengo el turno de velada, pero con este cambio de clima y el intenso frío que suele hacer en las mañanas en este sector opté por usarlo a diario”, dice Tapia.

Juan Palacios, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), informa que desde que se inició el período lluvioso en la Región Interandina, los meses de diciembre y enero se caracterizaron por ser lluviosos y húmedos. Si bien en marzo se notó una disminución en las precipitaciones, también se registraron lluvias con la diferencia que no fueron consecutivas, sino en períodos de dos o tres días.

Abril será un mes lluvioso, según los técnicos del Instituto. En los últimos días las frecuentes lluvias han causado el colapso de los sumideros y la inundación de las calles en varios sectores.

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