La polémica sobre la identidad del quiteño resurge cada año en las celebraciones que se hacen por cada aniversario de la fundación española de la capital. ¿Cómo se puede interpretar este dilema dentro de la identidad de la capital?
Pienso que la celebración de la fundación española de Quito tendría que ser revisada. Es importante hablar del mestizaje porque en el momento de la fundación de la ciudad se inició un proceso de fusión cultural, que en muchos aspectos fue violento. En ese proceso la cultura local no desapareció, sino que logró integrarse a la cultura hispana.
En ese contexto, ¿cómo se puede definir la identidad quiteña?
La identidad se la ha ido construyendo en base a oposiciones y a la apropiación del espacio y las tradiciones. Oposiciones en el sentido en que a partir del crecimiento demográfico de la ciudad, en la década de los treinta, en Quito aparece una dicotomía entre los quiteños nacidos en la ciudad y los que venían de otras provincias. En la construcción de esa dicotomía entre los chullas y los chagras encontramos que los quiteños se forman en oposición a los que vienen de afuera. Pero también empezó a construirse en la apropiación del espacio tradicional quiteño por los afuereños que empujó a las élites a migrar hacia el norte y posteriormente a los valles.
¿En base a qué criterios hay que replantear las fechas de celebración de la ciudad?
Hay que discutir por qué se ha reconocido a la fundación de la ciudad únicamente a partir de la fundación española. Es importante tener en cuenta que Quito ya se había constituido como centro poblacional antes de la llegada de los españoles. La celebración también debería enfocarse al reconocimiento de una población aborigen.
En el censo del 2001 la mayoría de la población ya se consideraba mestiza. Desde entonces, ¿cómo se ha ido consolidando ese concepto en la ciudadanía?
El Estado mismo se ha empezado a reconocer como mestizo. Desde arriba ya hay un discurso que va direccionado a entender que el proceso de adaptación cultural siempre involucra el mestizaje. Pero desde los individuos también empezamos a darnos cuenta de que tenemos varias raíces que deben ser reconocidas y aceptadas.
¿Es decir que estamos viviendo un proceso de cambio de una identidad hispánica a una mestiza?
Sí. Pero hay ciertos sectores que mantienen el discurso hegemónico de lo blanco.
¿En el 2010 aún hay aristocracia en Quito?
Se mantienen ciertos rasgos aristocráticos en la cultura. La élite desarrolla mecanismos de identidad que tienden a la separación y distinción del otro.
¿Cuál es la relación del mestizo con el indigenismo y el hispanismo?
El mestizo siempre va a tener dudas por no saber exactamente cuáles son sus raíces, lo cual siempre marcará un conflicto interior. De todas maneras hay una mayor aceptación hacia la raíz indígena que antes se la trataba de negar.
¿Cuál es la importancia de mantener vivas las tradiciones como la comida típica, los juegos tradicionales y la música nacional?
Las tradiciones siempre van a ser importantes porque van a ser parte de nuestra identidad. Pero la identidad no es una cosa fija sino que cambia constantemente. Las tradiciones también deben ser apropiadas y ajustarlas a los tiempos actuales.
¿Cuáles han sido los cambios más importantes en la forma de celebración de las fiestas?
Las fiestas ahora son más comerciales y están dirigidas al consumo. Si bien se han abierto espacios para la producción cultural, no todo el público está preparado para apreciar ese tipo de expresiones.
¿Cuáles son los rasgos que diferencian al quiteño de la Colonia y al capitalino moderno?
El quiteño colonial vivía la ciudad de una manera más religiosa. La religión estaba marcada en muchos ámbitos de la ciudad incluyendo las celebraciones más importantes. Ahora hay pautas de comportamiento mucho más seculares. El quiteño moderno está más desapegado de la tradición religiosa.
¿Cómo promover una ciudad en la que se respete la diversidad cultural y social?
Es muy complejo. Desde el poder debe haber un discurso ligado a unas prácticas que nos inviten a respetar la diversidad. Pero también hay que analizar qué tipo de educación familiar y escolar se aplica para practicar el respeto por la diversidad cultural.
HOJA DE VIDA
Su experiencia. Es licenciado en Ciencias Históricas de la U. Católica. Ha publicado investigaciones sobre la migración interna en el Ecuador en el siglo XX y Formación del Estado 1830-1925.
Su punto de vista. La identidad quiteña se basa en las oposiciones y en la apropiación del espacio y las tradiciones.