Quito es una ciudad donde los cambios climáticos bruscos se pueden evidenciar en un día. Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), desde septiembre del 2011 hasta mayo del 2012, la ciudad se encuentra en época invernal, que se caracteriza por la presencia de fuertes lluvias y cielo nublado.
Mientras conduce debe tener en cuenta varios consejos para evitar accidentes de tránsito. Una de las primeras recomendaciones es planificar su tiempo para movilizarse con tranquilidad desde su punto de partida hasta su destino. Cuando llueve, el tránsito se complica aún más.
Es primordial no conducir a exceso de velocidad. En el Ecuador, el 20% de los accidentes de tránsito se da por esta imprudencia.
Con los aguaceros, las vías se vuelven extremadamente peligrosas por la mezcla de agua, aceite y basura. Esto significa que le tomará más tiempo detener su vehículo y las probabilidades de que patine, en el momento de girar en una esquina, son altas.
Se aconseja alinear las luces delanteras y encenderlas para que el auto sea visible. Utilice el freno de manera adecuada, con una mala maniobra se puede perder el control del auto sobre el asfalto.
La presión y la profundidad del labrado de las llantas de su vehículo es importante en estos casos. Asegúrese que siempre tengan el labrado mínimo de seguridad, 1,6 milímetros.
En algunas zonas de la ciudad la neblina es densa, sobre todo en el sector de La Floresta hacia el norte. Para no tener inconvenientes aumente la distancia entre su carro y el que va adelante y evite los giros bruscos. La adherencia de los neumáticos con el pavimento decrece debido a la humedad en la calzada.
Realizar chequeos constantes a su carro le permitirá transitar tranquilo por la ciudad, sobre todo en tiempos de lluvia y neblina.
Tome en cuenta
EL HIDROPLANEAMIENTO
Se produce en situaciones de lluvia torrencial, en superficies de tránsito resbalosas. A baja velocidad, los neumáticos desalojan el agua que se encuentra sobre el pavimento, lo hacen a través de las ranuras. Esto hace que las llantas se mantengan adheridas al pavimento.
A más de 50km/h de velocidad, las llantas ya no pueden desalojar apropiadamente el agua. Cuando esto sucede, los neumáticos se suben sobre la superficie de agua. A una velocidad de 90 km/hora, los neumáticos ruedan completamente apoyados sobre el agua, desapareciendo la fricción para acelerar o frenar. Cualquier movimiento brusco del volante o un bache en la calzada hará que su vehículo patine de forma incontrolable. Los carros livianos son más propensos a esto.
QUÉ HACER
El consejo. No existe un método eficaz que le permita evitar una patinada. Son más frecuentes cuando la calzada está mojada, al aproximarse a las curvas o a cambios de inclinación en el camino. En esos casos disminuya la velocidad. También si se produjera un hidroplaneamiento. No gire el volante al lado contrario del patinaje.
Hágalo al mismo sentido de forma leve, desacelere inmediatamente y espere a que los neumáticos recuperen su tracción. Así logrará recuperar el control del vehículo. El peligro es mayor si sus neumáticos no cuentan con el labrado mínimo de seguridad (1,6 milímetros). Cuando conduce sobre charcos o acumulaciones de agua en la vía debe hacerlo despacio y cuando salga de ellos presione suavemente
el pedal del freno.
BAJE LA VELOCIDAD
Disminuya la velocidad. La probabilidad de hidroplanear aumenta con la rapidez que va el vehículo. Recuerde que la velocidad máxima en vías perimetrales para vehículos livianos es de 90 km/hora.
Sin embargo, en tiempo de lluvia debe reducirla a 50 km/hora. A baja velocidad, el neumático corta el agua y se mantiene en contacto absoluto con el pavimento. A más de 50 km/h de velocidad, la acumulación de agua puede penetrar el punto de contacto del neumático con el asfalto, produciendo un hidroplaneamiento parcial. A una velocidad de más de
90 km/h el neumático deja de tener contacto por completo con el pavimento, produciendo un hidroplaneamiento total. En la zona urbana, el límite de velocidad es de 50 km/h y cuando hay buen clima.
LA LEY DE TRÁNSITO QUE DEBE SABER
Utilice el cinturón de seguridad.
Es una de las principales precauciones. Su uso evitará que las lesiones sean mayores, en caso de accidente. El piloto y copiloto deben usarlo.
No rebase en zonas
de peligro. Está prohibido rebasar invadiendo el carril izquierdo de la vía y en curvas.
Aviso preventivo de adelantamiento. Antes de hacer esta maniobra debe avisar prendiendo y apagando
las luces delanteras.
Velocidad. Debe disminuirla cuando la calzada esté mojada y antes de entrar en la curva. Existen límites para las carreteras, la zona urbana y las vías perimetrales.
No use el celular. Es una contravención y en tiempo de lluvia puede ser la causa principal de
un accidente.
LOS CONSEJOS
Las llantas. Se las debe cambiar cada 50 000 kilómetros de recorrido. El labrado mínimo es de 1,6 milímetros, permiten mayor adherencia al piso.
La plumas. Se deben cambiar cada año . Sin embargo, realice un mantenimiento de las mismas cada seis meses. La lluvia y el sol desgastan el caucho.
Las luces. Para conducir en días nublados, las luces del auto deben estar en buen estado. Realice un alineamiento de las luces delanteras y posteriores.
Los frenos. Lleve su carro a la mecánica cada 8 000 kilómetros recorridos, para chequeos constantes de alineamiento, balanceo y frenos.
Los desempañadores. Limpian el parabrisas del vehículo y mejoran la visibilidad del conductor en tiempo de lluvia. Asegúrese de su buen
Distancia. Incremente la distancia de seguimiento entre su vehículo y el que va adelante. Decida cuál es el espacio prudente que debe mantener.