Un chaleco verde distingue a los nuevos miembros de la Unidad de Policía Ambiental que recorren las calles en tres administraciones zonales. Los 60 uniformados son parte de la nueva dependencia de la Policía Metropolitana en el Distrito.
Ellos son los encargados de aplicar las sanciones de la Ordenanza 332. Esta normativa municipal elaborada para la Gestión Integral de Residuos Sólidos (manejo de basura) está en vigencia desde marzo, por aprobación del Concejo Metropolitano.
Así, por ejemplo, según la ordenanza, hay tres tipos de contravenciones que los uniformados ambientales ya pueden sancionar en las calles de la ciudad.
Entre las infracciones de primera clase más frecuentes está tener sucia o descuidada la vereda del frente de la casa o negocio, colocar la basura en el parterre o en recipientes no adecuados, lavar vehículos en espacios públicos.Además, escupir o defecar en espacios públicos, transitar con animales domésticos sin tomar medidas para evitar que estos ensucien las calles o parques, entre otras. Cuando un ciudadano incumple con cualquiera de estas infracciones puede ser multado con USD 52, según la normativa.
Los operativos se organizan cada semana para distribuir al personal policial. Según el plan, actualmente se distribuyen 20 policías para cada administración.
El control se realiza en las administraciones Manuela Sáenz (Centro Histórico), La Delicia y Eloy Alfaro. En las próximas semanas se extenderá el proyecto a las otras cinco administraciones y a la Gerencia de La Mariscal.
El jueves pasado, el policía Galo Calahorrano sancionó a los propietarios de dos locales comerciales en la plaza de San Francisco. La infracción, según Calahorrano, fue de segunda clase.
Esta determina que por ocupación del espacio público, con fines comerciales, el propietario puede ser multado con USD 130. Calahorrano sancionó al dueño de un local por ubicar un cartón con productos en la vereda.
Sin embargo, los ciudadanos todavía desconocen la vigencia de la ordenanza. Carlos Dávalos, propietario de un negocio en la Plaza Grande, no sabía de la normativa. “Falta más difusión”.
En el texto de la ordenanza, las contravenciones de tercera clase son las más graves. Por ejemplo, si un ciudadano arroja animales muertos, quema llantas o deposita desechos hospitalarios en sitios prohibidos, tendrá que pagar una multa de USD 520.
Alfredo Castillo, responsable de la Unidad de la Policía Ambiental, explica que el procedimiento de cada uniformado consiste en observar la infracción y entregar una boleta. Esta tiene tres copias.
La una se entrega al infractor, otra copia al Comisario de Aseo de cada Administración Zonal y la tercera se adjunta al informe diario de labores de los policías.
Castillo explica que si un ciudadano no posee la cédula de ciudadanía y se resiste a la sanción se pide apoyo a la Policía Nacional.
“Nuestra tarea es más preventiva que sancionadora, en esta primera fase del proyecto. Tratamos de primero advertir a la gente que puede ser sancionada con nuestra presencia”, dice Castillo.
Si un ciudadano es sancionado debe esperar 24 horas para presentar una apelación o cancelar la multa, luego de que el Comisario de Aseo procesa la boleta.