La Velada Libertaria, que conmemora el 10 de Agosto de 1809 y 1810, se celebró con música, danzas, pirotecnia y color.
La fuerte lluvia que cayó en la tarde de ayer no mermó los ánimos de las cientos de personas que llegaron hasta el Centro Histórico de la capital.
A las 17:00, el cielo de Quito se despejó y de a poco las calles García Moreno, Espejo, Chile, Bolívar, Guayaquil, Olmedo se coparon de gente.
Luis Morocho y su familia hicieron fila durante unos 30 minutos para ingresar al Palacio de Carondelet. “Estoy muy emocionada. Es muy buena la iniciativa de que la entrada a los museos sean gratis”.
Cientos de personas llegaron a los museos del Banco Central, María Augusta Urrutia, La Compañía, Alberto Mena Caamaño.
Otras decenas de familias solo recorrían las calles o preferían comer algo en los restaurantes y cafeterías del centro.
Ernesto Gualotuña, quien vive en Guamaní – en el sur- llegó hasta la Plaza Grande en compañía de sus familiares. Luego de la pertinaz lluvia decidió realizar un tour por las iglesias y plazas.
A las 18:00, empezó a sonar la música en la plaza de San Francisco. De a poco se llenó el espacio donde se presentaron grupos de música folclórica.
Estefanía Dávila llegó hasta ese lugar en compañía de unos amigos y familiares. La joven visitó los museos en la tarde y se preparaba para disfrutar de las presentaciones artísticas que tenían previsto durar hasta las 03:00 de hoy.
En la Plaza Grande se instalaron 5 000 sillas para el acto central. Se tenía prevista la representación de la matanza de los próceres de la Independencia.
Durante la velada también hubo complicaciones en el tránsito, sobre todo en los túneles.