A Sebastián de Benalcázar se le atribuye la fundación de Quito, el 6 de Diciembre de 1534. En su honor se levantó una estatua. La misma que se sitúa en el centro de la plaza, que lleva su nombre, en las calles Benalcázar y Olmedo, en el Centro Histórico. La plaza es concurrida por estudiantes de los colegios cercanos y es escenario de diferentes actos culturales.
Frente a la plaza, se encuentra la casa que perteneció a Benalcázar. Cuando viajó a Cundinamarca para cumplir su sueño de fundador, vendió su residencia, que luego fue destruida. La actual edificación fue construida sobre las ruinas de la casa original. Ahora es la sede del Instituto de Cultura Hispánica.