La campaña informativa del pico y placa se realizará hasta mañana en las calles y desde el lunes empezará la aplicación de la restricción vehicular. El alcalde Augusto Barrera estuvo ayer en Ecuadoradio, del Grupo EL COMERCIO.
Ahí anunció, entre otras cosas, que existe la posibilidad de que los túneles se reabran para el paso de conductores de autos particulares el próximo domingo. Asimismo, según Barrera, casi el 80% de la población está informada sobre el pico y placa. El Alcalde resaltó que el martes, durante el simulacro de la restricción, hubo problemas porque amaneció lloviendo y eso causó accidentes.
Anunció un plan de infraestructura vial, al que él llamó ‘la ruta alternativa norte al Aeropuerto’, el cual permitiría acortar el tiempo de construcción y pudiera haber vía y Aeropuerto a la vez. El trazado es desde cerca del puente de Guayllabamba. Además, Barrera aseguró que hacen el estudio para una conexión La Vicentina-La Floresta- Monjas. Esto servirá para descongestionar la avenida Velasco Ibarra.
También expuso su visión sobre el impacto cultural que tendrá el pico y placa en la ciudad. Luego de la entrevista radial accedió a un diálogo con este Diario.
¿Cuál será el impacto económico del pico y placa para la ciudad ?
El impacto económico será muy limitado. El hecho de no haber aplicado desde el inicio el modelo hoy no circula, no afecta a las actividades de un sector no comercial vinculado a la transportación. Con esto me refiero, por ejemplo, al señor que reparte quesos. Él no tendrá problema; saldrá a las 09:30. No habrá un impacto económico, más bien creo que será positivo en el mejoramiento de los tiempos. Leí el informe de Bogotá (sobre la disminución de la actividad económica) y es relativo. Esto debido a que mejoran las condiciones de tiempo y de contaminación.
¿Pero al transporte público sí ayudará la medida?
Es muy bueno para el transporte de taxis y transporte público. Es una medida que puede ser absolutamente asumida en términos de costos por empresas de ‘delivery’ o distribución. Convoqué a las empresas que tenían este tipo de problemas por su distribución en motos y no tienen problema, por eso lo de las motos (las protestas) quedó sin piso.
¿Y cuál será el impacto cultural para la ciudadanía ?
Hay una situación muy interesante y lo veo en el propio Municipio: ya circulan unas hojas en las cuales se pregunta ¿en qué barrio vives? entonces la gente en vez de ir sola ya se organiza. Esto es muy importante, la inseguridad, el miedo, nos ha hecho muy poco gregarios, es decir ahora la gente piensa: ‘yo resuelvo mi problema de la movilidad sola’. Existe un programa de recuperación de aceras y paradas. Estamos rediseñando las paradas. La propuesta es que junto a ellas haya un quiosco y ya estamos hablando con la Empresa Eléctrica para que sea un punto de luz. También hay programas interesantes de concesionarios para que un conductor lleve a otro que está en la misma ruta, en las universidades se reactiva el ‘vamos a clases en bicicleta’. Creo que habrá un cambio cultural muy importante.
En las paradas de Madrid, por ejemplo, hay un mapa con la ubicación de las paradas y ahí, vía SMS, el pasajero puede averiguar en cuánto tiempo llega el bus…
Aquí, próximamente, nos ayudará una operadora de telefonía celular, que mandará permanentemente mensajes.
La próxima semana empezará la ejecución de la restricción y habrá control, pero ¿qué pasará si luego de dos meses o tres ya no hay control? La gente no tomará en serio el pico y placa.
Esta es la parte más difícil. Esto no puede ser tomado como novelería. Esto recae sobre la estructura de control, ellos deberán vigilar para toda la vida. Esto no es un plan piloto. Se establece que el período de evaluación debe de ser en seis meses. Los técnicos en Bogotá hablan de ese tiempo para ver lo que ellos llaman la maduración de la medida, porque en ese tiempo la gente recién se adecúa y habrá un concepto más claro de lo que pasa con las rutas y frecuencias. Hay que construir una evaluación muy cauta. El lunes habrá quienes digan que el pico y placa es una maravilla y otros que les cayó la lluvia y no sirve. Para tener una evaluación técnica estamos documentando lo que pasa ahora sin la medida. Además, la Maestría de Transporte de la Universidad Central hará una consultoría para la evaluación externa y su efecto.
¿No es necesario también un estudio sociológico?
Sí. También necesitamos un estudio más cualitativo. En enero y febrero los datos establecían un nivel de apoyo de mitad y mitad; ahora es del 72%.
¿Pero les preguntaron también a los conductores?
Claro. Hay dos tipos de apoyo. El primero en estratos medio-medio alto. La lógica ahí es un razonamiento ambiental, aquí tenemos una élite muy progresista y entiende que hay que hacer algo por el ambiente y hay un gran apoyo en la gente de bus.
¿Y si hay intromisión política en el balance final ?
La medida no tiene que ver con el desempeño de una administración. Un candidato planteó una demanda de inconstitucionalidad o el tema de las motos, pero no he visto que haya prosperado. Pero mantendré el pico y placa por fuera de la política.