Los buses urbanos que llegan a la intersección de la av. Maldonado y Cóndor Ñan, en el sur, lo hacen con las puertas cerradas. Ayer, a las 07:52, seis de cada 10 buses pasaban rápido y llenos. Los pasajeros que lograban subirse iban amontonados en el pasillo.
Francisco Moreira vive en La Ecuatoriana y esperó nueve minutos hasta embarcarse en un bus Latinos. A las 07:58, el comerciante, vestido con una camisa a cuadros, observaba cómo otras 18 personas tenían problemas para subir a los buses.
“Con el pico y placa se hacen 20 minutos menos hasta San Roque. La velocidad mejoró, pero no el servicio de los buses urbanos. Desde aquí, que estamos distantes del centro, es imposible viajar cómodo”, manifestó Moreira.
Él, recién a las 08:07, logró subirse, sin que el conductor de la unidad 2626 frenara bien. Moreira miró el reloj y calculó que en 50 minutos llegaría a San Roque. Antes del pico y placa, el mismo viaje, por la avenida Maldonado, le tomaba aproximadamente una hora y media.
En el mismo lugar, las personas que llegaban de otras provincias, con grandes y pesadas maletas, también resultaron afectadas por el tiempo que tardaron en subirse a un bus. Carlos Catota llegó desde Latacunga y debió esperar 12 minutos para embarcarse en la línea de buses San Fernando-Estadio Atahualpa.
Catota es agente vendedor y se moviliza todos los días en la ciudad con un bolso pesado. Él opina que las mejoras en la movilidad, con la medida pico y placa, no han beneficiado a la gente que viaja en bus, especialmente desde las periferias.
Desde muy temprano hay movimiento en la av. Maldonado. A partir de la intersección con la Morán Valverde, límite de la restricción vehicular, más al sur, se puede ver gran cantidad de gente en las paradas.
Los buses que salen desde distintos barrios del sur con destino a La Marín o que pasan por los túneles también salen llenos .
A pesar de ello, se detienen a lo largo de toda la av. Maldonado, para dejar y recoger pasajeros. Según un estudio de movilidad del Municipio, por el corredor de la Maldonado circulan 54 buses urbanos, cada hora.
En las horas pico, de 06:30 a 08:30, todos las unidades circulan repletas de pasajeros. El Cabildo reconoció, antes de la aplicación del pico y placa, que hay una mala distribución en las rutas. Una muestra de ello es lo que ocurre en la entrada al Beaterio y en la Morán Valverde, en la periferia del sur de la capital.
En ese lugar, la mejor alternativa para movilizarse son los vehículos particulares y las busetas. Ayer, a las 08:22, en la entrada al Beaterio, los pasajeros iban y venían del sector La Cocha, en autos particulares rentados.
Para los conductores que prestan este servicio, la gente prefiere contratarlos, porque los buses urbanos circulan por ahí cada hora. En las horas pico lo hacen llenos. Los caminos son empedrados.
El sector La Cocha está en el sur oriente, es en una ladera y se accede por caminos sinuosos. Eduardo Yugse, dirigente del transporte particular, se muestra indiferente al pico y placa. Él calcula que movilizan a 4 500 personas de ocho barrios cada día.
El pasaje cuesta USD 0,25. Lo mismo que en un bus. La diferencia es que no se viaja incómodo, como se lo hace en los buses, aun con las puertas cerradas.
Especial de pico y placa y cobertura en tiempo real