Quienes optaron por permanecer en la ciudad durante el feriado de Semana Santa encontraron en parques y balnearios una opción para pasar en familia.
Hasta la piscina municipal de Cununyacu, por ejemplo, acudieron muchos visitantes desde el viernes pasado.
Este complejo de aguas termales está ubicado en las faldas del cerro Ilaló, a 16 kilómetros de la capital. En los tres días de asueto, el ingreso al balneario fue gratuito.
Las siete piscinas, canchas deportivas y chozones lucieron abarrotados de personas.
Alicia Maldonado, quien reside en la urbanización Ciudad Jardín, acudió al balneario junto a su esposo y su hija. Decidió quedarse en la ciudad, porque “en la Semana Santa preferimos permanecer en familia y pasear por el Distrito”, comentó.
Atrás quedaron las antiguas creencias, supersticiones si se quiere, que hablaban de la prohibición de bañarse o comer carne en la Semana Santa.
Así lo refiere Luis Mugmal, quien no solo nadó en las albercas, sino que se ganó las palmas de los bañistas con los clavados que ejecutó.
“Siempre venimos a Cununyacu. Además, las vías estaban malas para salir de la ciudad”, contó, mientras se preparaba para su siguiente acrobacia.
Otro espacio que recibió a cientos de quiteños fue el parque urbano Qmandá, ubicado en el Centro Histórico.
Las piscinas a contracorriente, baños de cajón, gimnasios y salas de aeróbicos tuvieron mayor acogida.
Viviana Navarrete realizó, por ejemplo, una rutina de baile al mediodía de ayer. Ella reside en el sector de la 24 de Mayo y prefirió ejercitarse el Sábado Santo: “Vengo casi todos los días y como no íbamos a viajar con mis parientes, decidí mantenerme en forma”.
En la puerta principal del Qmandá se instaló una exposición que llamó la atención de las personas. Se trató de una muestra con réplicas de los títulos obtenidos por cuatro equipos del país: El Nacional, Liga Deportiva Universitaria, Barcelona y Deportivo Quito.
Dennis Arévalo, de 19 años, aprovechó la ocasión para fotografiarse con las copas y recordar la ‘hazaña’ del equipo de sus amores cuando conquistó la Copa Libertadores. “No sabía de esta exposición, valió la pena quedarnos en la ciudad”, aseguró.
Otros espacios verdes para distraerse fueron el Bicentenario en el norte, La Alameda en el centro y Las Cuadras en el sur de la urbe.
Hasta el Bicentenario llegó Andrés González en compañía de cuatro amigos, todos residentes del sector de La Kennedy. Ellos se entrenaron con sus bicicletas, ya que tienen planeado hacer una travesía por los alrededores del Guagua Pichincha.
Según González, tanto él como sus compañeros prefieren quedarse en la ciudad cuando hay varios días de descanso.
El atleta dio algunos motivos para hacerlo: hay menos tráfico y se percibe una inusual ‘paz’ en las calles y avenidas de la urbe.
Así, entre árboles, juegos y piscinas transcurrió el feriado de miles de quiteños que, por distintas razones, se quedaron en la ciudad durante la Semana Mayor del catolicismo.