Son 138 combinaciones de batidos y jugos que se pueden degustar en El Palacio del Jugo, en el barrio La Magdalena, en el sur de la ciudad. En el local, dos paredes están cubiertas con cartulinas de colores emplasticadas. Allí se anuncian las opciones de los jugos y sus respectivas descripciones.
“Combinado 75: malta, aguacate, borojó, alfalfa, huevo de codorniz: USD 2”, “Vitalizador de huesos: zanahoria, cola granulada (vitamina), huevo de codorniz: USD 2”, se lee sobre las paredes.
Son las 09:30 del martes. María Jácome, de 62 años, la dueña, está en la cocina. Sentada a un costado permanece su hermana Susana, quien saca la alfalfa de un costal y la coloca en una bolsa. Andrés, su sobrino, acomoda en una estantería unas frutas recién compradas en el Mercado Mayorista. Verónica Carrasco, quien también ayuda en el negocio, lava un par de vasos y una licuadora.
El local es pequeño, entran 16 personas sentadas. Hay ocho sillas ubicadas en una barra, a cada costado del local. Sentados juntos, dos hombres toman un batido cada uno. En la cocina hay cuatro licuadoras semiprofesionales, un extractor de jugo de zanahoria y otro de naranja, una cocineta de cuatro hornillas, un purificador de agua y una refrigeradora.
El Palacio del Jugo es muy conocido por los vecinos de la avenida Michelena y Rafael Grau. Según cuenta su dueña, después de nueve años de abierto, el local ha ganado prestigio. También hay clientes frecuentes que llegan de Amaguaña, la Mitad del Mundo, Cayambe y El Quinche. “Ya conozco el batido que les gusta y cómo lo toman. Otros me visitan y me reclaman para decirme que agrande el local”.
Después de las 10:00, entra Carmen Zabala. Es la primera vez que visita el sitio. No es de la zona. “Me llamó la atención la mezcla de frutas y vegetales”, comenta. Pasan tres minutos antes de ordenar. Elige el Combinado 68: manzana, aguacate, miel de abeja, huevo de codorniz, leche condensada y esencia de vainilla’. Lo prueba. “Es contundente, me gusta, está muy delicioso”.
El negocio empezó en la vereda, con una mesa y una licuadora en la pared donde ahora se lee Oe5-415. Ahí hacía batidos de un solo sabor: zanahoria, tomate de árbol o naranja. Por la curiosidad de experimentar empezó a mezclar frutas. Leyó libros y revistas para aprender.
Hoy, además de batidos de frutas, hay 19 jugos/tratamientos para el estrés, los cálculos renales, el agotamiento, para purificar la sangre. El más pedido es el que ayuda a reducir el colesterol y tiene alcachofa, apio, tomate de árbol, limón y toronja.
Para la anemia: berro, espinaca, zanahoria, borojó, huevo de codorniz, cola granulada, todo licuado en jugo de zanahoria. Para que sean efectivos, recomienda tomarlos durante 27 días en ayunas. “Toma nueve días y descansa nueve, pasando una semana”.
Los martes, viernes y sábados, a las 05:00, la mujer va al Mercado Mayorista para comprar las frutas y las hortalizas. Se abastece para atender de 06:30 a 22:00, todos los días, a un promedio de 180 personas al día, incluidos los feriados. “Los fines de semana hay fila para entrar”, asegura.
Su ingenio la llevó a combinar nuevos sabores. Batido de plátano con nuez y vainilla, batido de piña con brandy, y naranja con amaretto y leche. Y ha puesto nombres a algunos. Por ejemplo, el Levantamuertos, “como su nombre lo indica”, dice Jácome, da energía y contiene muchas vitaminas.
Es de borojó, aguacate, nuez, ciruela, cola granulada, huevo criollo o de codorniz.
A las 11:00, Susana termina de sacar la alfalfa del costal. Carrasco arregla frutas con Andrés. Jácome se encarga de que todo esté bien. Por la puerta pasa una mujer. “Buenos días doña María”, “buenos días vecina”, responde. La rutina continúa.
Sobre la atención
Está abierto todos los días, incluidos fines de semana y feriados. El horario es de 06:30 a 22:00.
Hay batidos para combatir el estrés, el agotamiento, etc.
El precio de los jugos varía entre USD 1 y USD 2.