Las piezas religiosas, como esculturas, recibirán mantenimiento
El retablo principal de la advocación del Calvario, las esculturas del Cristo Crucificado, La Virgen Dolorosa, San Juan, María Magdalena, Sagrado Corazón… Son entre otras, las piezas religiosas de la iglesia de El Belén, que entraron en un proceso de mantenimiento y conservación.
El rescate de estos bienes, que datan de los siglos XVIII, XIX y XX, se realiza a través de métodos científicos y técnicos especializados en obras patrimoniales, que tienen como finalidad frenar su deterioro.
Los trabajos están a cargo del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) y durarán unos cinco meses; la inversión asciende a USD 53 000.
La intervención era necesaria, pues el reporte técnico sobre el estado en que se encontraban los bienes da cuenta de su deterioro. En términos generales, las mayores afectaciones se dan por el ataque de insectos xilófagos, por la acumulación de polvo y suciedad en las piezas. También por la incorporación de elementos extraños, por grietas, fisuras, elementos faltantes, cambio de piezas y uniones defectuosas, desprendimiento de capas pictóricas, así como el envejecimiento propio de los materiales.
Dentro del mantenimiento de estos bienes se realizarán varias acciones, como limpiezas superficiales y profundas, fijación de estratos, retiro de elementos extraños. También preservaciones a través de fumigaciones, reforzamiento de estructuras, corrección de fisuras, grietas, aplicación de capas de protección, entre otras.
A todo esto se sumarán otros trabajos para el mejoramiento del sistema de iluminación interior del templo.
El conjunto religioso de El Belén es uno de los monumentos con un alto grado de significado para la comunidad. Es uno de los más antiguos templos construidos en Quito, en el año 1546. Allí se celebró la primera misa de Fundación de la ciudad de Quito.