En las primeras horas de la mañana, largas filas de vehículos se forman en las principales vías de la ciudad. Al llegar a la intersección de las avenidas Eloy Alfaro y Gaspar de Villarroel, el tránsito se detiene. En el carril sur–norte, los carros que tienen la luz verde no avanzan porque el siguiente semáforo está en rojo. El sonido de los pitos se intensifica.
Daniel Tobar trabaja por el sector, en una agencia de publicidad. Él comentó que todos los días en horas pico se producen esos trancones en esa intersección. “Apenas se pasa el semáforo hay que parar porque el siguiente está en rojo. Además, se quedan cruzados los carros que no alcanzan a subir por la avenida Gaspar de Villarroel, porque el tiempo de la luz verde es muy corto”.
La avenida Eloy Alfaro es una de las vías donde se instalaron los nuevos semáforos que son parte del Sistema Adaptativo de Semaforización que inició el Municipio en junio de este año. El proyecto contempla la instalación de señales luminosas en 600 intersecciones. Con una inversión de USD 27,6 millones, el sistema permitirá programar ‘olas verdes’, que es una secuencia de semáforos en luz verde que permite canalizar el flujo de vehículos de manera ágil y continua.
Actualmente, los nuevos semáforos que ya han sido instalados en avenidas como la Eloy Alfaro, 10 de Agosto, De la Prensa, América, Mariscal Sucre (sur) y las vías que se interceptan con estas arterias funcionan con programaciones locales, así lo explicó Vladimir González, director metropolitano de Control de Tránsito y Transporte.
“Cuando instalamos los nuevos semáforos son calibrados de acuerdo con las condiciones de cada punto. Debemos entender que su funcionamiento no es individual. Cada semáforo no es inteligente, es un sistema adaptativo de semaforización”.
El funcionario también informó que cuando cambian las condiciones de tráfico en un punto, los semáforos todavía no se pueden modificar automáticamente. Eso se logrará cuando el sistema funcione en toda la ciudad.
La instalación tiene un plazo de 24 meses a partir de la entrega del anticipo (junio de este año), a la empresa Telvent. Según González, los cronogramas de trabajo avanzan de acuerdo con lo programado.
En la avenida De la Prensa, en el sector del aeropuerto, una intersección conflictiva por la operación actual de los semáforos es con la avenida Amazonas. En el carril sentido norte – sur, los vehículos se detienen después del semáforo para girar a la izquierda. Las largas filas se forman porque el siguiente semáforo está en rojo.
César Arias, experto en movilidad, aseguró que las señales luminosas no resuelven los problemas de movilidad en la ciudad. “El sistema de semaforización ayuda a ordenar el tránsito y reparte la pobreza del espacio que existe para la circulación. Este sistema es solo una medida que puede ayudar a aliviar el tránsito”.
Los nuevos semáforos cuentan con tecnología LED, dispositivos de control para la movilidad como cámaras para el subsistema de fotomultas, algunas intersecciones contarán con pulsadores para activar el paso de los peatones y se instalarán 1 511 cámaras de videodetección para cuantificar el flujo vehicular.
En Quito hay 830 intersecciones reguladas con semáforos. La administración del sistema actual está a cargo del Municipio.
Según la información de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), hasta finales de octubre se instalaron los nuevos semáforos en 49 intersecciones. La etapa I (16 intersecciones), que contempla la intervención en el sector norte, desde la Gaspar de Villarroel hacia el norte. La Etapa II, 33 intersecciones, incluyó al Corredor Sur Occidental, en la av. Mariscal Sucre.