Desde un helicóptero ya se divisan, en conjunto, terminadas las edificaciones y la pista que son parte del aeropuerto de Tababela, que está previsto empiece a operar el 12 de octubre de este año.
La terminal de pasajeros, que se levantó sobre 38 000 m²; y la torre de control, de 41 metros de altura (la más grande de Latinoamérica) son las que más sobresalen en el área de construcción.
También están listas las plataformas aeroportuarias, calles de rodaje, la vía perimetral, los edificios de catering… Según las autoridades encargadas del proyecto, la construcción de la nueva terminal aérea de Quito está lista en un 95%. Y el próximo 2 de julio se hará el primer vuelo de prueba real, en un Boeing 757 de American Airlines, con unos 60 pasajeros.
El arribo de este avión permitirá validar el permiso de operación con limitación para realizar las pruebas en pista y calle de rodaje. Además, permitirá probar el funcionamiento del sistema electrónico montado para el manejo y traslado de maletas y de los counters para el chequeo de pasajeros y equipajes.
Luego se realizarán otras actividades, entre ellas, los procesos de adaptación de los 4 500 empleados del aeropuerto. Freddy Égüez, coordinador del Comité de Transición, explicó que el 11 de octubre (un día antes de que empiecen las operaciones en Tababela), 4 000 camiones se movilizarán desde la avenida De la Prensa, con el mobiliario. “Hay que pensar en alternativas como en hacer unidireccionales las vías que van a Tababela, para facilitar el traslado”.
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De acuerdo con lo planificado, las operaciones aéreas en Quito se suspenderán entre las 18:00, del 11 de octubre, y las 06:00, del mismo día. Hasta esa fecha se espera que concluyan trabajos como la construcción de intercambiadores y pasos deprimidos en la vía Interoceánica y la ampliación de un tramo de la E35 (Tambillo-Pifo-Tababela), que inicialmente serán las dos vías directas a la nueva terminal.
Actualmente, 2 500 obreros trabajan en las obras que todavía están pendientes en Tababela. El pasado jueves, el trajín era intenso. Con chalecos naranjas y con casco, los trabajadores pulían pisos, colocaban techos, revisaban los sistemas electrónicos, las conexiones eléctricas, etc.
La terminal tendrá capacidad para más de cinco millones de pasajeros al año y su estructura es sismorresistente, hasta 9 grados en la escala de Richter.
Aún está en construcción la base aérea y, por ello, en estos días, es común ver una densa nube de polvo que se levanta a un costado del complejo aeroportuario. Según las autoridades, el compromiso es que los trabajos de remoción de tierras en ese sector concluyan antes de que se realice el vuelo de prueba.
El alcalde Augusto Barrera también piensa en la desocupación del terreno donde ahora funciona el aeropuerto. Se mantiene el proyecto de construir un parque. “Estamos exigiendo a las empresas que operan allí remediaciones y el retiro de la chatarra que está en algunos hangares. El Municipio no puede asumir ese costo”.
Capacidad de carga
Se han removido más de 7 millones de metros cúbicos de tierra y se han colocado 35 000 metros de tubería. La construcción del aeropuerto ha generado más de USD 1 000 millones de actividad económica en el Ecuador.
En la pista y en la calle de rodaje se han colocado cuatro capas de asfalto. En total, el asfalto tiene 70 cm de grosor.
El aeropuerto se construye sobre 1 500 hectáreas. También se habilitarán 1 000 parqueaderos.
El edificio de carga se levantó sobre 12 000 m² y tendrá capacidad para 250 000 toneladas métricas al año. Se habilitarán vuelos directos a destinos lejanos como Nueva York.