Los negocios crecen cerca de la PJ

Los bazares, tiendas de abastos, copiadoras, cabinas telefónicas, servicios de Internet y restaurantes son los negocios que se ubican en los alrededores del edificio de la Policía Judicial (PJ).

Las instalaciones están ubicadas en la calle Roca y Juan León Mera, en La Mariscal.

La dependencia policial funciona allí desde hace unos 15 años aproximadamente, según lo recuerda el subteniente Segundo Arévalo. Él trabaja en la institución desde hace 19 años y dice que antes esta dependencia estaba ubicada en la calle Cuenca, en el Centro Histórico. “Nos trasladamos a este edificio porque el ministerio que lo ocupaba también se cambió de lugar”.Celia Andrade tiene un bazar al frente de esa unidad y asegura que en ese edificio funcionaba un ministerio del Estado. Recuerda que sus clientes eran los oficinistas. Pero desde que llegó la PJ tiene otros usuarios: policías, abogados, tramitadores y sobre todo los familiares de las personas detenidas.

Andrade tuvo que acostumbrarse de a poco a los nuevos vecinos. “Cambié hasta mi genio porque a veces hay que ponerse brava con estos clientes”.

La vecina afirma que el sector se ha vuelto inseguro en las noches, aunque en las mañanas también ha visto riñas callejeras. Pero Andrade admite que el movimiento de gente de la PJ es el que activa su negocio.

Beatriz Yasig también aprovecha el trajín de los policías y familiares para vender jugos naturales. Ella tiene un coche de aluminio donde oferta su producto. De lunes a sábado se instala en la puerta principal del edificio. Dice que aprovecha las mañanas cuando hay más clientes.

La comerciante dice que se siente segura de trabajar en el sector porque siempre hay policías cerca del lugar.

Susana Galindo también opina lo mismo. Ella tiene una tienda de víveres a unos 50 metros del ingreso de la PJ. También tiene cabinas telefónicas. “El negocio es bueno, porque siempre hay gente que viene y va”.

La propietaria vive y trabaja en este sector desde hace 15 años y nunca ha tenido problemas de inseguridad.

Junto a ese negocio hay restaurantes de todo tipo. Comida manabita, china, motes y restaurantes donde se venden desayunos y almuerzos desde USD 2,50.

Julio Montero trabaja cerca de la dependencia policial y siempre llega a desayunar a este sector. El oficinista dice que en una ocasión le robaron frente a los policías. “Algunas personas que visitan a los presos son peligrosas. Hace un mes me robaron la billetera y la policía se hizo la desentendida”.

Pero Arévalo sostiene que la Policía siempre está dispuesta a controlar el orden no solo en las puertas de la PJ. “Nosotros brindamos apoyo las 24 horas”.

Pedro Simbaña circula a diario por el lugar y dice que uno de los problemas que existen es el caos vehicular. “Dejan los carros en los dos lados de la vereda y eso genera congestión”.

Los conductores de patrulleros, vehículos del Estado y particulares estacionan en las afueras de la PJ. Además, algunos incluso se paran para retirar o recoger pasajeros en la mitad de la vía.

Los patrulleros utilizan las luces de parqueo y las sirenas para detenerse. Esto genera largas filas de autos en la calle Roca. Algunos conductores de motos de la Policía, incluso las parquean sobre los pasos cebra.

Luisa Quilapanta trabaja a dos cuadras de la PJ y está acostumbrada a ver cómo se cometen infracciones de tránsito en el sector. Ella intentaba cruzar la vía por el paso cebra pero un vehículo esperó el cambio de semáforo sobre la señal. Quilapanta debió cruzar la vía entre los autos.

Asimismo, la acera de la Juan León Mera es utilizada por los policías como parqueadero.

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