Con la mirada fijada en las luces y en las figuras, Nicole Paz, de 8 años, toma la mano de su padre y señala una esfera grande y brillante, que se encuentra en la punta del árbol de Navidad, colocado en los exteriores del Mall El Jardín, en el centro norte de la ciudad.
Figuras rojas con decoraciones navideñas, luces rojas y blancas decoran el árbol de 30 metros de alto. Todos los años se lo arma en las intersecciones de las avenidas Amazonas y República.
Los vehículos disminuyen la velocidad, los transeúntes se detienen, las miradas se dirigen hacia la incandescencia, los colores y el tamaño del árbol.
En diciembre, los centros comerciales decoran las fachadas con luces y figuras navideñas de gran tamaño. Son una atracción para los clientes, visitantes y los que van de paso por las avenidas.
Las ventanas de las casas también muestran la decoración navideña. Las entradas y las fachadas están adornadas. En la noche, las luces navideñas, verdes, rojas, blancas, amarillas y azules iluminan la ciudad.
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Hombres y mujeres vestidos con chalecos y pantalones cortos verdes, medias largas blancas con rayas rojas y sombreros de copa alta, entretienen a los niños y curiosos en la Plaza de Santo Domingo, en el Centro. Mateo Rosales, de 7 años, esperaba en una larga fila junto a sus dos amigos.
Él saltaba y sonreía porque faltaba poco para llegar a su destino. Dentro de una carpa, él escribió un deseo en un pequeño pedazo de papel, lo dobló y lo metió en un globo. Lo inflaron con helio y lo soltaron dentro de un árbol de tela, decorado con una cinta roja de filos dorados, que contiene los deseos de casi 500 niños.
El ambiente colorido y festivo llena los almacenes, casas, oficinas y calles. Las personas caminan por la ciudad con gorros navideños, los niños llevan globos en las manos, algunos tienen figuras de animales, estrellas y escarcha pintada en los rostros.
El bulevar de las Naciones Unidas es una atracción familiar nocturna. Los pequeños abrazan a los renos y árboles iluminados mientras sus padres les toman fotos.
Las parejas caminan tomadas de la mano señalando y mirando los arcos con luces azules, ubicados en el centro de este paseo.
En los extremos, las figuras de campanas, árboles y estrellas fugaces están iluminadas.
El escenario se repite en varias zonas de la ciudad. El bulevar de Cotocollao reúne a grupos de jóvenes en los locales de comida o tiendas. Las familias recorren los locales y restaurantes. La decoración navideña está presente.
En el sur de la ciudad, en la comercial calle José María Alemán, o más conocida como la J, las luces navideñas encienden las noches.
Un agitado movimiento es evidente. En las tiendas salen los compradores con grandes paquetes. Los restaurantes están llenos. Las ventas en las veredas atraen a los curiosos y las miradas de los conductores y pasajeros se fijan en las luces y figuras ubicadas en los postes del bulevar.
Desde fines de noviembre, la ciudad se empezó a preparar para la Navidad. Grandes árboles se arman en los pasillos y vestíbulos principales de los centros comerciales, edificios, oficinas y en las viviendas. Bombillos brillantes, serpentinas, luces y figuras completan el ambiente.