Cada familia accede al grifo de agua solo dos horas por semana. El punto de abastecimiento se encuentra a menos de un kilómetro de la av. Simón Bolívar, en Miravalle del suroriente de Quito.
Las casas son de cemento y bloque, con baldes copando el piso y pozos sépticos a punto de colapsar. Esa escasez de servicios hizo que ayer, desde las 06:00, vecinos de cuatro sectores del sur prendieran escombros en la av. Simón Bolívar, y la congestionaran por cerca de dos horas, a la altura de las dos estaciones de servicio del barrio La Argelia.
El sector empezó a poblarse hace 40 años. Los cuatro sectores que ayer se manifestaron son Miravalle, San Luis de Miravalle, La Esperanza y Augusto Miranda. Según la Administración Zonal Eloy Alfaro, tres de los cuatro sitios están regularizados, mientras que el sector 4 de Miravalle aún está en proceso de legalización.
“Pagamos impuestos y USD 132 mensuales por el agua de las llaves públicas”, contó Nelly Oviedo, vecina desde hace 44 años.
Según la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), la cobertura promedio del servicio de agua potable y alcantarillado en Quito se estima en 98,37% y 93,97%, respectivamente.
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En los barrios a cargo de la Administración Zonal, la cobertura en alcantarillado es del 97%, según el Municipio. En ese porcentaje no constan los sectores que ayer participaron en la protesta. La legalización de barrios facilita el acceso a agua potable y alcantarillado. Según Jenny Romo, administradora de la Zona Eloy Alfaro, en su área hay 19 barrios en proceso de regularización. En la alcaldía de Augusto Barrera se han legalizado 273 barrios en Quito.
En el barrio, comentó Doris Quishpe, tesorera de Miravalle, todos, tienen escrituras. Sin embargo, aún deben lidiar con las carencias. Hasta uno de los grifos públicos llegan niños. Con botellas de plásticos y baldes en mano, abren la llave para obtener agua. Ellos no son socios, repetía Quishpe, quien relataba que a veces hay vecinos que les ceden el turno. Ese es el caso de la familia de Nixon I., de 12 años, que está integrada por seis miembros y tampoco cuenta con agua potable.
La directiva de Miravalle supervisa el uso de los grifos públicos. Según Quishpe, los vecinos se organizaron y cada persona paga USD 35 para ser socia del servicio y acceder a un turno, que le permite usar el grifo hasta por dos horas a la semana.
La dirigente relató que hace dos meses personeros de la Administración Zonal y de la Epmaps ofrecieron avanzar en el tema. “Somos 300 familias que no tenemos el servicio”, refirió.
A la problemática se suma que las aguas servidas de los pozos, como mostraron los moradores en el lugar, se están filtrando a los terrenos, y entre las viviendas. “No podemos esperar a que la tierra se siga humedeciendo y que haya deslaves, como en La Forestal”.
Casi tres horas después de que se suspendiera la toma de la vía, llegó una esperanza. El Municipio respondió que las obras de alcantarillado y agua potable empezarán en febrero del 2013 y que estas serán incluidas en el presupuesto del año entrante.
El ofrecimiento incluyó la atención de pozos sépticos, mientras se realizan los trabajos. La Administradora Zonal aseguró que las conversaciones con el barrio no son recientes, sino que se han realizado desde hace seis meses. En el sector, señaló, se pidió que los moradores realizaran el trazado vial, pero no lo hicieron. “Esta vez se encargará el Municipio”.
Romo fue enfática al mencionar que Miravalle es un caso de herencia del tráfico de tierras. “Al Municipio le toca asumir la responsabilidad de lo que personas inescrupulosas hacen”.
Según Quishpe, los vecinos estarán vigilantes “hasta que las ofertas se cumplan. De no ser así, no se descarta la toma de la vía perimetral”, advierte. Por la av. Simón Bolívar circulan alrededor de 60 000 vehículos cada día.
El servicio en la capital
Según datos de la Epmaps, el sistema de distribución de agua en Quito está conformado por más de 6 500 km de tuberías. Además, hay 161 tanques de distribución y 155 tanques de distribución en parroquias rurales (316 en el Distrito). Adicionalmente, existen 31 estaciones de bombeo que abastecen a los tanques más altos del sistema.
Desde el 2005, la Epmaps ejecuta la sectorización hidráulica de las redes de distribución para controlar el origen del agua que se destina a los sectores y subsectores. Para ello, se han eliminado interconexiones, se han instalado válvulas de mariposa, etc.