Hasta el 30 de junio de este año, las miniterminales de las cooperativas de transporte interprovincial podrán funcionar por fuera de las dos terminales terrestres: Quitumbe y Carcelén.
Con la resolución 001-2014, la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) se ratifica que las miniterminales solo podrán ser usadas como oficinas administrativas. No lo harán para prestar servicio de embarque y desembarque de pasajeros.
En el hipercentro capitalino, entre la Villa Flora, en el sur, y La Y, en el norte, funcionan cerca de 20 miniterminales. En su mayoría están en el sector de La Mariscal y la Caja del Seguro.
Entre las más concurridas se pueden citar: Trans Esmeraldas, Transportes Ecuador, Aerotaxi, Panamericana, Occidental, Carlos Alberto Aray, Reina del Camino. La mayoría realiza viajes a las provincias de la Costa y de la Sierra Sur, como Cuenca y Loja.
Las operadoras de transporte interprovincial, a partir del 30 de junio, contarán con 90 días para indicar cuántas oficinas tendrán en el centro de la ciudad para vender los boletos. Luego de este procedimiento obligatorio se dará inicio a la legalización y registro de las boleterías de cada empresa.
En el documento, la Agencia Nacional de Tránsito señala que queda prohibida la apertura de nuevas miniterminales en el centro de la ciudad. Se busca que solo las terminales terrestres brinden este servicio.
Cuando se construyeron estas infraestructuras en Quitumbe y Carcelén ya se mencionó que estas miniterminales deberían salir de los sitios en donde estaban. Pero no lo hicieron porque todavía contaban con el permiso de la ANT.
Con la reforma al reglamento esto cambió. Además, la resolución establece que todas las operadoras de transporte deben garantizar seguridad, comodidad y buen trato a los pasajeros. Serán evaluados.
Amalia Matamoros, quien viaja constantemente a Guayaquil y Esmeraldas, dijo que le resultará complicado desplazarse hasta Quitumbe. Esto debido a que reside en el valle de Los Chillos. “Serán dos horas más de recorrido”, señaló.
También Johanna Torres, es una esmeraldeña que estudia en Quito y los fines de semana regresa a Esmeraldas. Vive en La Gasca. Por eso, las oficinas de Transesmeraldas de La Mariscalle ofrecen más seguridad.