Según la tradición, el 20 de abril de 1906, en el local donde se ubicaba el antiguo Colegio San Gabriel (Benalcázar y Sucre), 36 estudiantes internos observaron cómo la imagen de La Dolorosa, plasmada en un cuadro abría y cerraba sus párpados.
Jaime Chávez, fue el primero de los alumnos en observar el extraño suceso. Él llamó la atención de sus compañeros y maestros, entre los que se encontraba el padre Andrés Roesch, prefecto del colegio.
El acontecimiento duró aproximadamente 15 minutos. Desde entonces cada año, se celebra el milagro de La Dolorosa con procesiones, misas y otros actos religiosos.