Entre 12 y 18 horas permanecerá cerrado el Aeropuerto Mariscal Sucre, el día del traspaso a la nueva terminal en Tababela, que se iniciará la noche del 11 de octubre.
Este proceso implica el traslado de equipos y maquinaria de más de 250 entidades, entre aerolíneas, subarrendatarios, agencias gubernamentales y entidades de las industrias de turismo y carga.
Para el proceso de transición se contrataron dos empresas alemanas. La primera es el aeropuerto de Múnich que ha realizado 25 traslados en los últimos cuatro años, con el 98% de eficiencia.
Esta empresa está encargada de coordinar la evaluación de las instalaciones con el personal, las estrategias de transición y capacitaciones a cerca de 4 000 personas que trabajan actualmente en el Mariscal Sucre.
Según Philippe Baril, gerente general de Quiport, por ahora mantienen reuniones con los representantes de las empresas del aeropuerto, a quienes se les explica sobre el proceso.
“Se les comunicará sobre las fechas de las pruebas para que envíen a su personal a que se capacite y participe en la familiarización de las instalaciones y sus actividades”, añadió.
DHL es la encargada de empacar y trasladar todos los bienes inmuebles del aeropuerto. Sin embargo, no todas las empresas o instituciones están obligadas a cambiarse con DHL.
La transición de 18 entidades públicas que laboran en el aeropuerto está a cargo de la Empresa Pública Metropolitana de Servicios Aeroportuarios (Epmsa), entre ellas, Dirección de Aviación Civil (DAC), Policía Nacional, Migración, Aduana, etc.
Freddy Égüez, gerente general de la Epmsa, informó que hasta la fecha se han realizado cuatro reuniones con las empresas públicas. “Sabemos que la Policía no va a utilizar el servicio de DHL. Ellos tienen sus propios camiones para llevar sus inmuebles”.
A partir del 12 de julio, las comisiones encargadas de organizar la transición establecerán horarios y rutas para los camiones, tanto de DHL como de las empresas que utilizarán sus propios medios.
Los equipos y carga más grande saldrán por una ruta del norte de la ciudad, mientras que la carga más liviana se trasladará por la vía Interoceánica.
El proceso de transición de los locales comerciales de la terminal depende de la concesión de cada uno. La dueña de un local, quien prefirió la reserva de su nombre, se mostró preocupada. Ella tiene un quiosco en el Mariscal Sucre desde hace 10 años. Por el arriendo paga USD 990. Según su versión, para asegurar el espacio en Tababela debe pagar USD 45 000 cada cinco años. Además de un arriendo mensual de USD 4 500 y el 10% de las ventas. “Es imposible que pueda generar tanto dinero. Con este negocio he sacado adelante a mis dos hijas, pero cuando se vaya el aeropuerto no sé qué voy hacer”. Una de las opciones de López es trabajar en el parque que será construido después.
Graciela Ríos, desde hace 44 años, tiene un puesto de alimentos y bebidas en los exteriores. Ella comentó que no le han tomado en cuenta para la transición. “Para tener un lugar en Tababela necesitamos pagar por el espacio USD 12 000. No tenemos grandes negocios. Nos alcanza para el día”.
La Asociación de Vehículos de Alquiler, que la integran ocho rentadoras de carros, tiene asignados espacios para sus negocios.
Andrea Jaramillo trabaja en un local que pertenece a la Asociación. Ella dijo que en Quito pagan USD 2 100 mensuales por arriendo, mientras que en Tababela el valor será de USD 3 000 y el 10% de los ingresos. Ella espera que haya transporte para los empleados hacia la nueva terminal.
Más detalles
El personal. En Quito trabajan 4 000 personas. Está previsto que Tababela genere 6 000 empleos directos y 15 000 indirectos.
Pruebas de vuelo. A partir del mes de mayo, la Dirección de Aviación Civil realizará las pruebas de vuelo en el nuevo aeropuerto.
Las pruebas con pasajeros. Se realizarán con 1 000 personas con vuelos desde Quito hacia la terminal de Tababela.