Quito para mí es una de las ciudades con más historias del mundo.
El que haya sido nombrada Patrimonio de la Humanidad representa un verdadero orgullo para todos sus habitantes.
Soy quiteña, me inicié en el atletismo precisamente en esta ciudad, por todas las oportunidades que me brindó.
En 1999 emigré a España. Viví en una urbe pequeña llamada Guadalajara. Pese a los 11 años que residí en Europa, nunca dejé de pensar en Quito, ya que aquí se encontraban mis padres, mis amigos y mi historia como deportista.
Cuando una persona sale de su patria aprende a quererla y a respetarla. También empieza a ver sus aspectos positivos. Eso me ocurrió a mí.
En Quito, la diversidad que tiene su infraestructura sectoriza el norte, el centro y el sur de la urbe. Estas características la convierten en una ciudad con mucho encanto para todos quienes la visitan.
Además, se destaca por su gente amable y cordial con sus turistas. Asimismo, existe una gran variedad de museos, que nos recuerdan la historia y los cambios que se produjeron a través del tiempo.
En la capital ecuatoriana se desarrollaron muchas reuniones sumamente importantes, las cuales permitieron la liberación de nuestro pueblo del yugo español.
Ahora que he vuelto a Quito tengo un compromiso y un propósito con la juventud: preparar a nuevos talentos.
Todas estas razones hacen de Quito una hermosa ciudad para vivir. Ahora no quiero cambiar esta urbe, que me vio nacer, por ningún otro lugar del mundo. Quito para mí es la ‘Carita de Dios’, la ‘Luz de América’.