La Gerencia de Terminales de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) identificó ocho problemas en el funcionamiento de la terminal terrestre de Carcelén, en el norte.
Por ejemplo, los pasajeros no ingresaban a los andenes de embarque, había buses que recogían pasajeros sin tener autorización, vendedores en las afueras de la terminal, congestión vehicular, entre otros.
Luego de un estudio se determinó que el desorden ocurría por el sentido de circulación de la calle N74C. Esta vía permitía la conexión de forma paralela a la terminal entre las avs. Eloy Alfaro y Galo Plaza, en sentido oriente-occidente.
Con el informe, la Epmmop cambió el sentido de circulación de la vía (occidente-oriente).
Roberto Gabela, gerente de Terminales, explicó que la modificación también consistió en habilitar una calle para la salida de los buses interprovinciales desde la terminal. La rampa facilita la salida a la av. Galo Plaza, sin necesidad de circunvalar las instalaciones. “La proyección es ampliar los servicios. El gasto fue de USD 30 000, que se pueden recuperar en dos o tres meses”.
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