Las lluvias acompañadas de tormentas eléctricas sorprendieron ayer, otra vez, en Quito. En el sur, en el centro y en el valle de Los Chillos se sintió con más fuerza el cambio de clima.
Las imágenes del invierno volvieron a la cotidianidad: personas con ropa gruesa, cubiertas con paraguas y calles con piedras y lodo, producto de las corrientes de agua, llamaron la atención.
Desde las 15:00, la lluvia alteró a las personas que transitaban por la av. Teniente Hugo Ortiz. Los conductores encendieron las luces de los vehículos y circulaban más despacio, como evitando los peligros por la calzada mojada. Sobre algunos sumideros había basura acumulada, que estancaba el agua. Esa realidad se repetía hasta la Villa Flora.
Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), las precipitaciones, de corta duración de entre 30 y 45 minutos, caerán en horas de la tarde. La razón: el incremento de nubosidad y humedad en la atmósfera. El técnico Homero Jácome explicó que en unos sectores habrá chubasco y en otros, las precipitaciones caerán con tormentas eléctricas, como ocurrió en la tarde de ayer.
Pasadas las 16:00, en la Autopista General Rumiñahui el tránsito fue más lento porque la calzada estaba mojada. Sofía Burbano vive en el sector de La Armenia, en el Puente 8. Allí, la lluvia cayó desde las 14:30 y una fuerte tormenta eléctrica alertó a los vecinos. “En el valle, las lluvias siempre han sido fuertes, pero no se esperaba que después de tanto tiempo de sol y sequía cayera tan fuerte el invierno”.
El Cuerpo de Bomberos reportó que por las lluvias se registraron dos emergencias leves, en los barrios Nuevos Horizontes y Aída León, en el sur. Se trató de acumulación de agua a causa de sumideros tapados.
Sobre la calzada de la antigua vía a Conocoto, se desbordó agua de una quebrada, que arrastró piedras y tierra. Braulio Aguirre, de la Sala Situacional del Cuerpo de Bomberos, aseguró que ese inconveniente no causó ningún problema en la circulación.
Según Jácome, los chubascos se mantendrán durante la tarde de hoy. En la mañana se prevé nubosidad, pero sin precipitaciones.
Para Magdalena Andrade, el cambio de clima también le obliga a cambiar de costumbre. Hasta la semana pasada, alistaba ropa ligera para asistir a su trabajo. Ahora, combina entre delgada y gruesa. “En la mañana es caliente y para la tarde hace frío, entonces hay que tomar las debidas previsiones, para no enfermar”.
Ella también desempolvó el paraguas. Tiene un grande, que lo heredó de su madre.
Antes de que empezara a caer la lluvia, la información oficial reportaba tres incendios forestales en el Distrito. Desde el viernes pasado, el trajín de los bomberos está entre el fuego y el agua.