La reapertura de la av. 5 de Junio, que enlaza al sur con el norte, por el Centro Histórico, redujo el flujo de vehículos en los túneles y en la av. Jaime del Castillo (que corre paralela al Parque Lineal del Machángara), en la mañana de ayer.
Hasta el pasado viernes, el cierre de la avenida 5 de Junio, por la repavimentación, agravó la congestión vehicular en los sectores de San Roque y del Machángara, las alternativas para ir de sur a norte y viceversa.
Ayer, a las 07:55, en la 5 de Junio y Rodrigo de Chávez, los vehículos circularon sin problema. Conductores de buses públicos y escolares, autos particulares, motocicletas y taxis se encontraron con una vía sin trancones, en buenas condiciones y señalizada.
Zoila Serrano, vecina del sector, caminaba por la acera. La mujer trabaja en el Centro Histórico, cerca de su barrio. Para ella, la reapertura de la arteria fue un alivio. “Para evitar el polvo dejé de caminar por aquí y me demoraba más en llegar a mi trabajo”, contó.
Unas cuadras más hacia el norte, en la intersección con la calle Murgueitio, los conductores reducían la velocidad. En la calle Mazo, se detenían completamente y se formaban largas filas. La razón: la luz roja de un semáforo en las calles Ambato y Venezuela detenía la circulación. El cruce hacia la Venezuela era muy lento.
Ramiro Godoy esperaba en su Mazda rojo para doblar en esa calle. El hombre reconoció que, a pesar del trancón que se formaba en esa esquina, “ganó algunos minutos por la remozada vía”. El atascamiento se complicó en la entrada al Centro Histórico.
La calle Venezuela no soportó el flujo vehicular que desembocó de la 5 de Junio. A las 08:10, en la intersección de la Venezuela y Loja, los carros casi no se movían. Más allá, en la 24 de Mayo, el tránsito se trababa más. La construcción del bulevar también incidió.
El trancón era hasta llegar a la Rocafuerte. Desde allí, los conductores de autos privados y buses circulaban sin contratiempos.
En la avenida Maldonado, otra vía del sector, que se inicia cerca de la iglesia de Santo Domingo, el tránsito era fluido.
En la avenida que corre paralela al Parque Lineal del Machángara (Jaime del Castillo), se constató otra realidad. Hasta el viernes pasado, mientras la 5 de Junio estaba cerrada, se formaban largas filas de vehículos, que iban desde la Villa Flora hasta la parada del trole Jefferson Pérez, en las mañanas. Ayer, la calle estuvo despejada a la hora pico.
La Necochea, que lleva desde el sur a los túneles, fue otra avenida que soportó más tránsito vehicular durante el cierre de la 5 de Junio. Ayer, a las 08:23, en el sector de San Roque, en los dos carriles en sentido sur-norte, había filas de vehículos, pero la circulación no se detenía.
A las 08:27, Rosa Apolo avanzaba despacio por el carril derecho para ir a San Diego. Ella cree que la apertura de la 5 de Junio sí ayuda a que el tráfico mejore. “La congestión se redujo, porque los carros ya no se estancan. El tránsito sí es más liviano”.
Para Lucrecia Velasco era una odisea ir desde el sur a su trabajo en Miraflores, porque debía atravesar por los túneles. “Tenía que salir con mucho tiempo de anticipación para sortear el trancón”.
El arreglo de la av. 5 de Junio empezó el 22 de febrero y concluyó el viernes pasado. Según el alcalde Augusto Barrera, la obra beneficiará, principalmente, a unos 10 000 vecinos del sector y a 20 000 conductores que utilizan a diario esta arteria.
Pasado el mediodía de ayer, las calles del Centro Histórico se congestionaron otra vez. Si se iba de sur a norte, la circulación en la 5 de Junio era muy fluida, pero al llegar a la Venezuela, era desesperante. Inmensas filas de vehículos, impacientaban a los choferes.
A las 15:00, la circulación se volvió a normalizar. En las calles había filas de carros, pero no se detenían. Rosa López también se benefició de la apertura de la 5 de Junio. Ella, hacía 90 minutos desde Quitumbe a El Bosque, a la hora pico . Ayer, hizo 40 minutos.
El tránsito
La avenida 5 de Junio, en el centro de la ciudad, tiene una extensión de 2 kilómetros.
La vía es un eje que conecta el centro con el sur de Quito.
Con la reapertura, la calle Necochea, los túneles de San Diego y la calle Jaime del Castillo que va hacia el redondel de la Villa Flora, en el sur, soportan desde ayer menos tránsito.
Sin embargo, en la calle Venezuela, en horas de la mañana, se formó una larga fila de carros.