Una nueva inspección se realizó ayer en el local de esculturas Alma San José, en la Toledo y Galavis, que fue destruido por un incendio.
Ocurrió en la mañana del pasado sábado y terminó con la vida de un niño de seis años. Mario Rosero, del área técnica de inspecciones del Cuerpo de Bomberos, explicó que primero se determina el lugar donde se inició el incendio y se sigue “la huella que dejó el fuego”.
Así se puede determinar el origen y las causas. Para facilitar el peritaje, el área afectada se divide en cuadrantes. En este caso, según un comunicado preliminar de los Bomberos, el fuego contaminó las instalaciones, destruyendo vitrinas, esculturas, cuadros, ventanales, mobiliario de madera, equipos eléctricos y estructuras.
De igual manera, se produjo el colapso parcial del tumbado y la cubierta de la edificación.
Según los registros del Cuerpo de Bomberos, la primera llamada de emergencia fue registrada a las 10:26. El primer equipo de bomberos, con un tanquero y una autobomba, llegó 10 minutos después. Según Fernando Ordóñez, coronel del Cuerpo de la entidad que asistió a la emergencia, se solicitaron refuerzos al constatar la magnitud del incendio.
El segundo equipo de refuerzo llegó a las 10:39. En total, 40 bomberos, 11 unidades contra incendios (autobombas y tanqueros), un vehículo de rescate y cuatro ambulancias fueron movilizadas al lugar.
Durante la investigación se recoge la versión de testigos. También se verifica que la documentación que se requiere para el funcionamiento del local esté en regla. Las causas del incendio se conocerán en un informe. La entrega está prevista para hoy.