Compartir el carro es una tendencia que gana adeptos en la ciudad. Generalmente, quienes lo hacen son familiares o vecinos que se ponen de acuerdo, el día anterior, para salir al trabajo, colegio o universidades.
Pero esta no es la única manera de hacerlo. La tecnología también ayuda. Desde hace un año en el Distrito hay una aplicación para teléfonos inteligentes que permite hacerlo entre desconocidos.
SocialCar se llama la aplicación, no tiene costo. Se la puede bajar en celulares con sistema IOS y Android. Además, se puede ingresar por el portal web: www.socialcar.ec.
Alejandro Zambrano es el director de este proyecto. Contó que surgió ante la necesidad de movilizarse en la ciudad de forma rápida, cómoda y segura. Para ponerlo en práctica, primero se realizó un estudio de mercadeo en el 2012. Allí se estableció que las personas sí consideraban la posibilidad de compartir el carro, pero muchos no lo hacían por temas de seguridad.
Por esta razón, cuando se empezó a desarrollar la aplicación se pensó en un sistema que permita conocer a las personas que participan en ella. Es así que los interesados en compartir el carro primero deben registrarse con nombre completo y cédula de identidad.
Esta información es verificada por el administrador de la ‘app’ y luego de comprobarla ingresa al sistema.
Otro de los requerimientos es la placa, modelo y color del carro. De esta forma, se asegura que no existan problemas de seguridad y que el automotor sea plenamente identificable por la persona que va a usarlo.
Usar la aplicación es sencillo. Quien desea movilizarse ingresa al sistema, busca si otro inscrito va en su misma ruta y lo contacta. Por medio de un chat, que tiene el programa, se ponen de acuerdo en el lugar que se encontrarán y listo. Además, indica cuántos puestos tiene disponibles para transportar a más personas.
SocialCar tiene un buscador de rutas en un radio de un kilómetro. Cada usuario tiene un perfil y en él se registra las veces que ha llevado a personas. También en las que han viajado en calidad de pasajeros.
Fanny Mena utiliza esta aplicación desde hace tres meses. Ella afirma que no ha tenido inconvenientes. Confiesa que al inicio tenía temor, pero luego de usarla comprobó que el registro sí es seguro. Se interesó por esta alternativa de movilidad porque lo hacía en Europa.
A la semana utiliza hasta tres veces la aplicación. Hay días cuando lleva a personas en su carro y, en otros, sobre todo cuando está con pico y placa, se convierte en pasajera.
Una de las características que le gusta de la ‘app’ es que también puede compartir el taxi. El procedimiento es el mismo que con el carro particular.
Zambrano dice que el 80% de los usuarios comparte el carro particular, mientras que un 20, el taxi. Quienes activan esta aplicación tienen una edad comprendida entre los 20 y 30 años. Al finalizar el recorrido, el sistema envía dos preguntas al usuario. Una es si se respetaron las señales de tránsito y la otra si el viaje fue tranquilo.
Desde agosto a diciembre del 2013, la aplicación contaba con más de 1 000 usuarios. Zambrano comenta que en la actualidad se trabaja con un mecanismo de premios para las personas que más comparten sus carros. Él manifiesta que con esta opción tecnológica se pretende incentivar a que más personas compartan sus vehículos y bajen los niveles de contaminación ambiental.
En contexto
En el Distrito circulan al día 430 000 vehículos. El parque automotor se incrementa en un 10% cada año. Por la congestión vehicular, en la ciudad en el 2009 se implementó la medida de restricción vehicular pico y placa. Frente a este sistema se crearon alternativas.