Carolina Mena, de 34 años, prefiere desplazarse en bicicleta en el valle de Los Chillos. Ella vive en el sector de Capelo, y cinco días de la semana se desplaza a diferentes lugares del cantón, ya que es chef de profesión.
Por eso, no deja de mencionar el riesgo que significa hacerlo ante la falta de vías que permitan un desplazamiento más seguro para los ciclistas. Esto, por ejemplo, es visible en sectores como El Triángulo, el centro de Sangolquí, Selva Alegre y otros.
Por esto, la profesional pide que en el cantón Rumiñahui se inicie un proyecto de ciclorrutas. O, como alternativa, fijar espacios para bicicletas en las vías como avenidas.
En el centro de Sangolquí, las calles son estrechas. Los buses, autos y motos ocupan todo el espacio; por lo que los ciclistas tienen que transitar cerca a las veredas. Mena manifiesta que hay riesgo, pero que procura cuidarse mucho”.
Otra de las ciclistas es Alejandra Sandoval, de 25 años. A esta madre de familia le gusta pasear con su hija en este medio de transporte. Ella expresa que le gustaría que haya una ciclovía o que se designen espacios para circular con tranquilidad en sus ‘bicis’.
Las pocas opciones que existen en esta parte del valle son las pistas internas en los parques como El Tingo y La Moya. Hubo un intento, en el 2012, de un ciclopaseo en la avenida Ilaló, pero no se pudo concretar por la falta de vías que ayuden al desfogue de los vehículos hacia otros sitios.
Ni la parte de la antigua vía a Conocoto ni la autopista General Rumiñahui ofrecen espacios para el desplazamiento seguro para los ciclistas.