La limitada infraestructura de las paradas del Corredor Sur Occidental no es suficiente para la demanda de los estudiantes. Cuando termina la jornada estudiantil, entre las 12:00 y 13:30, niños y adolescentes se aglomeran en la entrada para cancelar su pasaje e ingresar. Se forman filas de hasta 45 personas. En los andenes solo hay una máquina recaudadora.
Según la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros, en promedio, 2 500 estudiantes se movilizan a diario por el nuevo Corredor. En Santa Rita, La Magdalena, La Mascota y El Tejar, los niños deben esperar hasta 40 minutos para tomar una unidad. En las paradas hay cuatro puertas para embarcar y desembarcar los buses tipo. Sin embargo, los conductores no siempre se detienen en el mismo lugar.
Karen Chango, estudiante de la Escuela Gonzalo Cordero Crespo, ubicada en La Colmena, llegó a la parada La Mascota, a las 13:00 del viernes. Para cancelar su pasaje hizo fila. Unas 28 personas estaban delante de ella. Mientras esperaba su turno, pasó un bus tipo que tenía como destino La Mena Dos. “Ya se fue. Y yo aún ni siquiera entro a la parada”.
Cerca del sector funcionan los colegios Paulo VI, Técnico San José, Andrés F. Córdova, José de Antepara, Liceo Iberoamericano y la Escuela Gonzalo Cordero Crespo. Consuelo Farinango, madre de familia, tenía el mismo dilema que Chango.
Su hijo Alejandro, de 9 años, salió de la Escuela Paulo VI a las 12:30. La única opción que tenía para regresar a su casa, ubicada en San Rita, fue tomar un bus del Corredor Sur Occidental. Permanecieron cerca de 30 minutos hasta tomar una unidad. “Este sistema de transporte es fatal. Es difícil conseguir un bus”.
Según Farinango, en las paradas, los usuarios no tienen suficiente información. No saben con exactitud qué bus deben tomar, ni por qué puerta se deben embarcar. Cuando llegan las unidades al andén, los controladores gritan la ruta que recorren. “Hay que estar pendiente”.
Los brigadistas del Municipio, como Carlos Chicaiza, orientan a los pasajeros sobre el sitio donde deben esperar el bus. El propósito es evitar que se obstruya el paso de las personas que quieren salir de la parada. Los pasillos de los andenes tienen 2,80 m de ancho. Además, cuentan con dos puertas, aunque solo una está habilitada para entrar y salir.
Según Carlos Poveda, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros, la puerta de salida no se ha habilitado por falta de seguridad vial. No cuentan con semaforización, ni pasos peatonales. Aseguró que en agosto estará instalada la señalización vertical, en la mayoría de las paradas.
En los andenes La Magdalena, Santa Rita y El Tejar, la situación fue similar. En el primer sector funcionan los colegios Benito Juárez, San José La Salle, Roberto Cruz, Sagrado Corazón de Jesús y Ángel Modesto Paredes.
En Santa Rita están las escuelas Marquesa de Solanda, 23 de Mayo, Juan Pablo y el Colegio Emilio Uzcátegui. Cerca de la parada El Tejar hay seis establecimientos educativos.
En La Magdalena, Martha Robles, madre de familia, se ingenió para cruzar la calle con sus hijos Sofía, Mateo y Estéfany. La fila en la parada se extendía unos 4 metros. Se tuvo que parar sobre el espacio asignado para los peatones, mientras llegaba su turno. Esperó cerca de 15 minutos para ingresar. “Hay mucha gente, no se puede tomar rápido el bus”.
Para evitar estos contratiempos, Gabriela Tipán decidió contratar el servicio del chofer de un auto particular para que le llevara a su hija Emilia, de 5 años, de regresó a casa. En la mañana, ella la deja en la Escuela Roberto Cruz.
Conoce sobre las deficiencias del nuevo Corredor. “Salimos con una hora y 10 minutos de anticipación para llegar a las 07:20. Antes salía a las 06:50 de la casa. Desde el pasado martes, mi hija madruga más, se levanta a las 05:20. Para ella es muy duro”.
Poveda informó que por la alta demanda de estudiantes en las paradas del Corredor, se analiza la implementación de un expreso escolar para facilitar su traslado. Hasta este jueves se espera afinar los detalles y empezar las primeras pruebas. “En el próximo año escolar, este servicio estará funcionando totalmente”.
Así, el nuevo Corredor no es amigable para los estudiantes.