En las gradas del ingreso posterior del mercado de Chiriyacu, en el sur de la ciudad, hay restos de papeles, botellas y hojas de vegetales. En algunos puestos hay basura amontonada que se esparce por los pasillos y charcos.
A Nancy Navas, quien hace compras todos los días, le molesta la falta de limpieza. “En el suelo se botan las hojas de las remolachas, lechugas, choclos’ de todo. En días de sol aumentan los malos olores”. Bertha Torres, otra ama de casa, comentó que en los días de feria, los martes y sábados, hay más desorden y caos. “Los vendedores ambulantes se toman las veredas. No hay por donde caminar”.
Una vendedora de papas, que prefirió no dar su nombre, se quejó que en el mercado se hace barrido solo dos días a la semana. Rodrigo Salazar, administrador del mercado, indicó que la limpieza y el orden son responsabilidad de cada comerciante. El funcionario dijo que hay personas que no respetan los horarios de recolección de basura y lanzan los desperdicios en el interior del mercado y en las calles aledañas. “El carro recolector pasa todos los días a las 15:30”.
En el mercado, hay 1 500 vendedores, agrupados en 10 asociaciones. Salazar reconoce que existe desorden en los exteriores y responsabiliza a los comerciantes informales.
Otra queja de los usuarios es la inseguridad. Roberto López contó que los robos de carteras y celulares son frecuentes. “Los delincuentes arranchan las cosas y se meten al mercado”.
La directiva y la Policía han coordinado acciones. Desde las 07:00 hasta las 17:00 personal policial vigilará el centro de abasto. Pero se espera el informe técnico de la Policía para que inicie la vigilancia.
Por su parte, los comerciantes aducen que para hacer arreglos se debe mejorar la infraestructura. En la cubierta hay goteras y cuando llueve se mojan los productos. Salazar explicó que desde el 2002 está pendiente en el Instituto Metropolitano de Patrimonio (ex Fonsal) el proyecto de remodelación del mercado.