Seguramente ha notado que en la ciudad circulan taxis pintados con franjas negra, verde o roja. Esto se debe a que el Municipio definió que en el Distrito Metropolitano operen cuatro modalidades de este servicio.
Dentro del proceso de regularización de taxis, que arrancó el año pasado, se decidió que solo los convencionales, pintados totalmente de amarillo, podrán recoger pasajeros en la calle; los taxis con franjas negras serán ejecutivos, de servicio puerta a puerta; los que tienen rojo serán de servicio convencional periférico o ruta, similar a un bus; y los verdes serán convencional rural, que solo podrán trabajar dentro de las parroquias de Quito.
Modalidades que en la realidad no se cumplen. Es común ver que en las vías de la ciudad hay taxis con franjas de distintos colores, tomando y dejando pasajeros.
Ayer, entre las 08:45 y las 09:00, por la intersección de las avenidas Amazonas y Naciones Unidas, circularon 11 taxis ejecutivos, ocho convencionales rurales y cinco rutas.
“Ya estoy medio mareada, porque uno se para a tomar un taxi y ve de un montón de colores. Yo sabía que los ejecutivos iban a ser negros, pero hay hasta carros rojos”, comentó Patricia Tamayo.
Patricio Ubidia, presidente de la Comisión de Movilidad del Municipio, sostuvo que esto sucede debido a que los 5 088 conductores, que están en el proceso de regularización, pintan sus unidades según el tipo de modalidad que ofrecen. Hasta diciembre, todos los carros que ofrecen este servicio deben tener el distintivo.
Desde enero, la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) y la Policía Metropolitana ejecutarán controles en las vías principales de la ciudad, para constatar si los conductores respetan la modalidad a la que pertenecen.
“Habrá personas sin ninguna identificación que intentarán parar, por ejemplo, un taxi ejecutivo en la calle. Si lo hace, el conductor será sancionado con una multa económica o hasta la suspensión de su permiso”, aseguró.
Según la disposición transitoria segunda de la Ordenanza Municipal 0047 del Servicio de Taxi, quienes no tengan Habilitaciones Administrativas (documento entregado por el Municipio para operar) o en contravención a las normas administrativas o técnicas, serán sancionados con USD 5 840 de multa.
Un conductor de un taxi convencional rural, que prefirió no dar su nombre por ser parte del proceso, aseguró que en la práctica trabajar únicamente en las parroquias será muy complicado. “En Quito hay más pasajeros y se gana más, ojalá podamos rodar en todo lado”, dijo.
Fernando Valdez, presidente de la Unión Nacional de Taxis Ejecutivos y Comerciales, reconoció que algunos conductores no están pintando los carros según la modalidad que prestan, sino por conveniencia.
“Para ser ejecutivo hay que tener un sistema tecnológico que cuesta sobre los USD 1 000, en cambio, un taxirruta no necesita ni taxímetro. Los conductores están pintando como quieren los carros, no hay control”, aseguró.
Hasta este mes, propietarios de 500 unidades, por regularizarse, han llegado a la revisión vehicular, solo 200 han pasado. Según Valdez, una de las razones es el irrespeto a la modalidad.