Desde el 2007, miles de turistas nacionales y extranjeros han visitado el Palacio de Gobierno.
Esto ocurre a raíz de la decisión del presidente Rafael Correa de abrir al público los añejos e históricos ámbitos.
Cuatro guías, activos y preparados, conducen por los espacios más significativos. Patricia Cepeda, una chica de 24 años, forma parte de este equipo.
Viste un terno gris y zapatos de taco alto. La sobria imagen, acompañada de una sonrisa, son sus mejores rasgos.
Desde hace seis meses, la joven se integró a este trabajo, que lo hace con gusto y orgullo por la identidad que se revela en cada ambiente. A las 10:15 del pasado viernes, 15 personas, que hacían fila en la calle Espejo, fueron recibidas por Cepeda en el corredor de ingreso.
En la entrada principal algunos turistas se fotografiaron junto a dos soldados que escoltaban la puerta. En el patio norte de la Presidencia, Cepeda les dio la bienvenida y algunas instrucciones: no podían usar celulares y peor hacer fotos con flash.
Su tono de voz era amable y pausado. En el patio de estilo colonial, los visitantes se turnaron para posar frente al lente de Geovanny Granja, uno de los fotógrafos de la Presidencia.
Esa tarea la comparte con Gabriela Lemus, uniformada al igual que Patricia.
En la pared del descanso de la escalinata principal, un mural de Oswaldo Guayasamín, que representa el descubrimiento del río Amazonas, está fijado. Junto a él, se ve una urna que guarda la Bandera Nacional.
Uno a uno, los visitantes saludaron, inclinando sus cabezas, al símbolo patrio y luego Cepeda los condujo hasta el Salón de Sesiones del Gabinete.
Al fondo de una larga mesa de madera, un Escudo Nacional resaltaba en el espaldar del sillón presidencial. En el resto de los asientos había una placa metálica que identificaba a cada uno de los 34 ministros.
Cepeda se mantenía atenta a las preguntas de los visitantes. Esa vez le tocó un grupo bastante callado. “Pero a veces hay personas que preguntan por cada detalle que ven. Si en ese momento no sé la respuesta, luego averiguo y la respondo”.
José Luis Moncayo, otro de los guías, dijo que enriquece sus conocimientos dialogando con los visitantes que comparten algún dato o anécdota sobre el Palacio de Gobierno. Esta ha sido una de las mejores experiencias.
Considerado el políglota del equipo, ya lleva tres años de trabajo en la Presidencia. Habla inglés, francés, portugués y ahora estudia chino.
El recorrido continuó por el Salón de Banquetes. Entre los zócalos de olivo y los coloridos tapices ecuatorianos que cubren las paredes y los artesonados de Miguel Ángel Tejada, destaca un pequeño oratorio creado en la presidencia de Sixto Durán Ballén (1992 y1996). Las pinturas de Olmedo, Rocafuerte, García Moreno, Juan José Flores, el Mariscal Sucre y Simón Bolívar rodean el amplio salón.
En la terraza que da a la Plaza Grande, Luz Lasso aprovechó para fotografiar a su hermana, María Esther, en el balcón. Al fondo, las torres de la Catedral se dibujaban en un cielo gris.
En los pasillos, Cepeda enumeró cada uno de los obsequios recibidos y luego donados por el presidente Rafael Correa para su exhibición. Un conjunto de piezas arqueológicas, recuperado cuando las intentaban sacar del país, recuerdan el estado de emergencia en el que se halla nuestro patrimonio.
En el Salón de los Presidentes, también conocido como Salón Amarillo por la seda francesa que cubre sus paredes, los visitantes reconocieron a varios de los 41 retratos de ex mandatarios. Cepeda explicó que no constan las pinturas de presidentes interinos y dictadores.
En los pasillos, el grupo de Cepeda se cruzó con el de Xavier Aguilar, otro guía. Para él, lo más importante es mantener la atención de las personas, diversas, de culturas diferentes.
Con el cabello corto, una impecable camisa blanca y un traje gris, Aguilar asume su condición de anfitrión. Él reconoció que no hay diferencias si trata de guiar a personas que llegan de otras ciudades, a políticos o artistas. Los guías hacen hasta seis recorridos, entre martes y domingo, de 09:00 a 16:00. Los lunes están reservados para los alumnos que asisten al relevo de la guardia.
Freddy Quintanilla, el más antiguo de los guías, explicó que hay temporadas -como la conmemoración del 2 y 10 de Agosto- cuando las filas de visitantes sobrepasan la cuadra. Este año, el guía también espera una gran afluencia de público por la designación de Quito como Capital Americana de la Cultura.
A las 10:55 terminó el recorrido y Cepeda despidió a cada uno de los visitantes, luego de entregarles -como recuerdo- la fotografía que se tomaron en uno de los íconos del Centro Histórico.