La convivencia mejora en cuatro barrios

En el parque ecológico de Solanda (izq). Los niños hacen una demostración de lo aprendido en los talleres.

En el parque ecológico de Solanda (izq). Los niños hacen una demostración de lo aprendido en los talleres.

El pasado sábado, las canciones del Mundial de fútbol sonaban a todo volumen en un equipo de sonido, en el barrio Turubamba (sur).

Rosa Quishpe (67 años), habitante del sector, pensó que se trataba de un escándalo, luego se percató de que era el primer festival del Barrio Activo, organizado por el Municipio de Quito en cuatro barrios de la ciudad (Solanda, La Ferroviaria, El Comité del Pueblo y Jaime Roldós).

A pesar del frío, en el parque ecológico de Solanda (entre las calles José Abarcas y Salvador Bravo, en el sur), se reunieron 34 niños y 19 adultos.

A todos ellos, Pedro Zaldumbide , coordinador del centro comunitario de Solanda, les explicó que el festival es para que los habitantes del sector se inscribieran en los talleres de bailoterapia, atletismo, fútbol, ajedrez, básquet y teatro que se realizan de martes a domingo de 07:00 a 20:00.

Zaldumbide explicó a los vecinos de Solanda que las clases son gratuitas y que los interesados pueden registrarse en el Centro de Desarrollo Comunitario (av. Ajaví y Huigra, en el sur).

Quishpe, quien escuchó atentamente las opciones, comentó que esa era una buena oportunidad para aprender a jugar ajedrez.

Jorge Astudillo, subcoordinador del centro comunitario de Solanda, dijo que además de informar sobre las actividades, el festival es una herramienta para integrar a las personas.

La idea es que los vecinos se conozcan y conversen entre ellos de sus aficiones y coordinen una actividad entre grupos.

Los horarios son flexibles: de martes a domingo los vecinos pueden programar sus talleres entre las 07:00 y las 20:00.

Nelson Asimbaya, morador del sector, manifestó su satisfacción con la gestión del Municipio. “Estas acciones buscan una mejor calidad de vida para los habitantes del sector. Además, mejoran la convivencia entre la comunidad, porque no existe sociabilización”. Él espera que estos eventos y las actividades deportivas cambien esa realidad.

El sector de la Ferroviaria también participó en este acto.

En el coliseo de La Concha Acústica (Nariz del Diablo y Adrián Romero, en el sur), se reunieron 24 niños y 22 adultos.

Cerca de las 10:00, los vecinos buscaban escampar de la lluvia en el interior del coliseo. Ahí, la presentación del grupo de danza Nucanchipura calentó el ambiente con una coreografía con música andina.

Marta Arenas, vecina del lugar, después de ver el espectáculo, se animó a inscribirse el lunes en bailoterapia para aprender algunos pasos nuevos.

A Luis Gallegos, coordinador de actividades en el centro comunitario Ferroviaria, le entusiasma la acogida del público en general: “Los jóvenes estarán practicando algún deporte en vez de perder el tiempo en actividades ociosas”.

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