Está ubicado en las calles Rocafuerte y García Moreno, en el Centro Histórico. Funciona desde 1653, en lo que fue la casa de santa Mariana de Jesús. Además del Carmen Alto, también se lo conocía como el convento Carmen de San José de Quito. En este claustro no podía haber más de 21 religiosas de velo negro.
Según la historia, a estos monasterios solo ingresaba la nobleza. La obra, que estuvo a cargo del arquitecto jesuita Marcos Guerra, demoró cinco años en construirse. Las monjas carmelitas que habitan allí venden miel, vino, hierbas y otros productos para todo el público. Estos son entregados a través de un torno giratorio de madera.