Los dos niños que fueron atropellados en la tarde del domingo mientras permanecían sobre una acera, en el norte de Quito, fueron enterrados pasado el mediodía de hoy.
Sus familiares, amigos y vecinos, los despidieron con banda de pueblo y con lágrimas.
Antes de que el cortejo fúnebre se dirija al cementerio de El Tejar, se conoció que la madre de ellos fue amputada el abrazo. Ella fue trasladada al Hospital Eugenio Espejo luego del accidente y aún no recibe el alta.
Ambos menores, de 5 y 7 años, fueron velados en el barrio El Tejar. En una casa de tres pisos, de fachada verde, se levantó la capilla ardiente.
Nelson Guaranga, padre de los fallecidos, contó que permanecía sobre la acera con su esposa y sus hijos y vio que un Cherokee venía a velocidad con dirección a donde ellos estaban. El vehículo los impactó a los cuatro.
“Yo quedé en el piso. A mi hijo de 7 años lo encontré atrapado entre el carro y un cerramiento, mi hija estaba tendida en un jardín, detrás del cerramiento; las piernas de mi esposa quedaron debajo del vehículo y tenía el brazo derecho destrozado”, contó.
La conductora del Cherokee fue detenida. Luego de la audiencia de juzgamiento, el Juez ratificó la detención preventiva.