El sector automotor empezó el análisis sobre la posibilidad de que una tasa encarezca los vehículos nuevos. El Municipio de Quito anunció esta propuesta en un paquete de tres posibilidades, para lograr recursos que le permitan ejecutar su plan vial.
En el sector hay mucha incertidumbre porque la medida, que podría afectarle, aún no ha sido debatida de manera directa con ese mercado.Según el gerente de Ventas de Ecuamotors SA, concesionaria de la marca Mazda, Marco Durán, un incremento de los precios finales de los autos siempre afectará a la demanda. Dijo que el cliente, “quien será el que pague la tasa”, debe analizar el beneficio que logrará cuando cancele ese costo adicional al vehículo nuevo que adquiera. Es decir, nuevas obras viales y servicios complementarios como seguridad y estacionamientos.
Durán afirmó que la medida podría afectar, entre un 20% a un 25%, la venta de automotores. “Históricamente, cuando se ponen tasas o impuestos, el mercado se contrae”. Pero dijo que este porcentaje dependerá de cómo esté conformada la composición de la tasa que se fijaría.
La firma ha planificado crecer entre un 25 a 30% en comparación al 2009, que fue un año de crisis. La previsión es que el mercado alcance los niveles que tuvo en el 2008.
Según Durán, la tasa a los autos nuevos que estudia implementar el Municipio de Quito afectará esos planes de crecimiento, pero no solo a esta firma sino al mercado automotor en general.
El ejecutivo explicó que las estrategias para que la medida no merme demasiado saldrán cuando se tenga claro cómo es la fijación de esta tasa.
“Estrategias hay muchas, el problema será saber si el cliente está dispuesto a pagar esa tasa. Porque es él quien paga esto, no las empresas concesionarias”.
La medida de poner una tasa a los carros nuevos es una de las tres propuestas del Cabildo quiteño para el plan vial. A más de esta, se estudia una tasa a la gasolina y peajes urbanos. Con ello se completarán los recursos para impulsar 11 proyectos viales.
José Cisneros, de Grupo Mavesa, concesionaria de Citroën e Hino, dijo que es buena la intención municipal de mejorar el sistema vial de la capital. Pero observó que la medida disminuirá la venta de los autos entre un 15% a un 20%. “Al final quien pague esa tasa de incremento será el cliente”.
Para el director ejecutivo de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador, Clemente Ponce, el incremento en el costo de los vehículos será del mismo porcentaje de la tasa que pondrá el Municipio.
Pero él, a diferencia de Durán y Cisneros, sostuvo que la venta no se afectará en gran medida. Dijo que podría disminuir en un 2% ó 3%. Según él, esto será así porque la necesidad de movilización de los quiteños pesa más que un impuesto que encarezca los automotores nuevos. “El vehículo es natural de las sociedades modernas. Entonces, la medida no afectará a la venta final”.
En su visión esta medida no está pensada de una manera adecuada. Porque lo usual es que se definan impuestos o tasas a los automotores antiguos con el fin de que poco a poco salgan de circulación. “Porque estos son más contaminantes, o porque generan más riesgo a los conductores”.
Ponce añadió que esto ya se ve en otras ciudades de Latinoamérica con buenos resultados.