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Luego de los primeros 45 minutos de cobro de impuestos en Quito, 250 ciudadanos ya habían pagado USD 15 000. Este monto se recaudó en las ventanillas habilitadas en dos edificios de la calle Chile, en el Centro Histórico.
Martha Viteri, de 72 años, llegó a las 06:00, cuando se abrieron las puertas de la antigua Cueva del Oso. Allí se habilitaron siete ventanillas preferenciales para que adultos mayores, mujeres embarazadas o con niños en brazos y personas con discapacidad hicieran el pago.
“Desde que me acuerdo, yo cancelo los impuestos el primer día laborable del año . Me gusta estar tranquila”, dijo Viteri. Esta vez madrugó menos. Cambió sus horarios desde que se abrieron ventanillas preferenciales hace algunos años. Además, tiene miedo de la delincuencia. “Hoy me tocó salir con mi esposo. Caminamos desde la calle Cuenca y Guatemala, en San Juan, hasta acá. Él me dejó en la puerta y se regresó”.
La mujer se sentó en una de las sillas dispuestas para la espera. Un Funcionario del Municipio pasó por el puesto y le brindó caramelos y galletas.Rubén Flores, administrador general del Municipio, dijo que la organización para que los contribuyentes pudieran pagar sus impuestos, desde las 07:00, se debe a una costumbre de los quiteños. Los ciudadanos que madrugaron para cancelar el impuesto, ayer, coincidían en que lo hacían para empezar el año nuevo libres de deudas.
Un ejemplo es el de Luis Torres, de 78 años, quien llegó a las 07:10. “Me gusta venir el primer día porque hay que ser cumplido. Desde hace más de 20 años que me jubilé y me hice mi }, en Obrero Independiente, vengo tempranito a pagar”.
Torres recordó que antes hacía largas filas para cumplir esta obligación. Por eso felicitó al policía metropolitano, Kléver Barrionuevo, por el buen trato que recibió ayer. “El servicio ha mejorado mucho”.
Barrionuevo estaba pendiente de cada persona que llegaba.
“Algunos no escuchan bien o tienen dificultad para caminar. Otros no saben cómo funciona el sistema de turnos con tiques numerados. Nosotros les direccionamos a las ventanillas y les ayudamos”, dijo. Varias personas le preguntaban si les habían hecho el descuento. Él respondía que sí, porque los adultos mayores están exentos del pago del predial.
Pero lo que no sabían es que el 10% de descuento que el Municipio hace hasta el 15 de enero corre únicamente sobre este rubro y no sobre las tasas de Epmmop, servicios administrativos, cuerpo de bomberos, obras y tasa de seguridad, que son parte de la cartilla de pago anual.
El policía Darwin Mejía recibía a los contribuyentes del Centro. “¿Va a pagar los impuestos mi señor? Venga para darle un turnito”, les decía.
Los puntos de cobro de las ocho administraciones zonales estaban en línea desde las 07:00. Entidades como bancos, Servipagos y balcones de servicio en los centros comerciales se unieron desde las 09:00.
Rocío Sánchez llegó a las 06:30 a la Administración Eloy Alfaro, en el sur. Unas 30 personas arribaron a los exteriores del edificio principal. Lo que a Sánchez le llamó la atención fue el descuento del 10%, “al que madruga Dios le ayuda”, dijo, entre risas de los compañeros de fila. La mayoría eran adultos mayores, que no pagan ese rubro.
Sánchez, de 67 años, sostuvo que en comparación con el año anterior el servicio mejoró. Hubo grandes carpas para proteger a la gente del clima, sillas y ofrecieron vasos con agua. Ella avanzaba a buen ritmo. La música tropical no faltó para “para amenizar la mañana”, dijo la mujer. A las 09:00 llegó a la ventanilla. Pagó USD 37 por una casa de 60 m² en el sector de El Recreo.
A esa misma hora, Alejandro Castillo reclamaba porque no estaba habilitado el cobro con tarjetas de crédito. El cajero le pidió el número telefónico y le aseguró que apenas se habilite el servicio le llamarían. “Toda la mañana perdida haciendo fila, tenían que avisar con anticipación”, expresó molesto.
En la administración Eugenio Espejo, zona norte, desde el año anterior se organizó el sistema de turnos para que los usuarios manejaran mejor sus tiempos. A las 08:00, Martha Troya vino a cancelar el impuesto de su casa, en la av. 6 de Diciembre y El Inca. Ella esperó tres horas. En el sitio hubo siete ventanillas. Oswaldo Granda, administrador, dijo que se atiende a un promedio de 80 a 100 personas por hora.
Luego de pagar, Martha Viteri dejó las oficinas municipales del Centro Histórico. Se llevó los comprobantes de pago de su casa y la de su madre, María Luisa de Viteri, de 99 años.
Estaba contenta, porque apenas eran las 07:30 y aún le quedaba tiempo de cruzar la Plaza Grande hasta la iglesia de El Sagrario. Allí se arrodilló para agradecer a Dios por un año más de vida. “Ahora ya me puedo ir tranquila a mi casa. Ya no le debo plata a nadie”, explicó sonriente.
Hasta las 16:00 se habían recaudado USD 783 323, por impuestos de 10 619 personas.