El artista plástico colombiano Juan Carlos Melo visitó la capital a propósito del VIII Encuentro CECA-LAC Museos, Educación y Buen Vivir, que tuvo lugar en el Museo Interactivo de Ciencias (MIC). En él participaron 257 representantes de 10 países de América Latina.
En su visita, el artista habló sobre la visión que los niños tienen de la ciudad y la forma en que se relacionan con ella. Melo dirige en su país natal un proyecto denominado Prisma, donde niños de Bogotá de hasta 5 años adquieren conocimientos de una forma no tradicional.
A diferencia de las escuelas, donde los niños reciben educación impartida por maestros, en Prisma son los niños quienes generan sus propios conocimientos. Melo explica que los niños se reúnen en aulas y allí abordan sus inquietudes. Para tratar de esclarecerlas, utilizan distintos mecanismos, como el dibujo, la construcción de maquetas, los programas informáticos, entre otros.
Melo considera que es importante que los niños aprendan a través de distintos medios. No solo a través de los comunes, como la lectura o el intercambio verbal.
Uno de ellos es la convivencia ciudadana. Es frecuente que los niños que asisten a Prisma realicen salidas a la ciudad.
“El propósito es que se apropien del espacio público. En Colombia, los niños han estado encerrados por mucho tiempo, debido a los problemas de inseguridad”, dijo. En una ocasión, los infantes visitaron La Tebaida, un pueblo colombiano. Allí, conocieron los restos de una iglesia, de la que queda únicamente una cúpula, a raíz de un terremoto.
Al observarla, los niños plantearon distintas preguntas como el propósito de la existencia de estos templos religiosos. “Las iglesias son para rezar cuando alguien se porta mal”, pensó uno de ellos.
La adquisición de conocimientos se vuelve ilimitada, pues cuando los niños encuentran el causal de algo, surgen otras dudas de las que buscan la respuesta, según el experto. Al día siguiente, en el aula, cada niño hizo un dibujo del templo. La interpretación del acontecimiento era diferente en cada ilustración. Uno de los pequeños dibujó una cúpula torcida. “Él hizo alusión al terremoto. En la realidad, la cúpula no luce así”, explicó Melo.
La fotografía ha sido otro de los recursos de aprendizaje a los que han recurrido los niños de Prisma, en recorridos por Bogotá. Un pequeño fotografió los orificios de una puerta. “Quería saber qué había detrás de esta”.