En la av. Eloy Alfaro, en la intersección con la Joel Polanco, en el norte, uno de los postes de alumbrado público del parterre está trizado.
El hormigón se desprendió y las varillas de hierro quedaron descubiertas. El poste está inclinado.
En la av. Occidental y Marco Freire, frente al Colegio Intisana, la base de cemento del poste se cayó a pedazos. Es un peligro para las personas que circulan con frecuencia por el sector y utilizan el puente peatonal del lugar. La estructura de cemento está inclinada hacia las gradas de acceso.
En la avenida República de El Salvador, entre Shyris y Moscú, hay tres postes que amenazan con irse al piso. La razón: la telaraña de cables de luz, teléfono, televisión pagada, etc. José Michelena circula con frecuencia por el lugar. “Es un peligro porque hay cables que no están templados y rozan las carrocerías de los carros”.
En la esquina de la José Carrera y Sebastián Quintero, detrás del Estadio Olímpico Atahualpa, la estructura del poste está inclinada hacia la calzada. Hay una caja de regulación de alta tensión.
Franklin Valdivieso, jefe de la División de Operaciones y Mantenimiento de la Empresa Eléctrica de Quito (EEQ), informó que en los dos últimos años se cambiaron entre 200 y 300 postes en mal estado. La principal causa de los daños son los choques.
Por esta causa, en el 2010 se derribaron en promedio 48 postes por mes. En lo que va de este año, ya son 161. Reparar cada uno cuesta USD 780. El pasado 26 de marzo, una camioneta se impactó contra un poste en la Eloy Alfaro y De los Álamos, por la tensión de los cables se cayeron seis en total. A la EEQ le costó USD 7 628.
El domingo pasado, el poste ubicado en la av. Velasco Ibarra, junto al puente peatonal de La Tola Baja, tenía la base destruida por el impacto de un vehículo. Gracias a una pared de una casa contigua, la estructura no cayó al piso.