Checa tras la preservación del páramo en el Puntas

La labor comunitaria. Moradores de seis barrios chequenses participaron en la jornada ambientalista.

La labor comunitaria. Moradores de seis barrios chequenses participaron en la jornada ambientalista.

El entusiasta grupo de 100 personas se concentró en el parque central de Checa a las 05:30.

Diez minutos después, niños, jóvenes y mayores, de ambos sexos, se dirigían a la minga de arborización en el páramo del flanco occidental del cerro Puntas, en el oriente de la población.

A las 07:30 se inició la tarea planificada por las autoridades de la Junta Parroquial de Checa.El día anterior, hasta un sitio donde termina la Loma Gorda a más de 4 000 msnm, prácticamente en la base del cerro, habían sido trasladadas las primeras 4 000 plantas de polylepis (árbol de papel o queñual), la especie que iba a ser plantada.

La siembra de un corredor de tres hileras comenzó en la ladera sur del río Aglla, a unos 2 kilómetros al norte del sitio de partida, y continuó por la hondonada de la quebrada Tufingo.

Unos con azadón, hoyadora o lampa excavaban el húmedo suelo para depositar las plantas facilitadas por el Fondo para la Protección del Agua (Fonag), adquiridas en USD 0,25 cada una en viveros de Chumillos Alto, en Cayambe.

Cuatro técnicos de la Reserva Ecológica Cayambe-Coca (Recae) supervisaban el trabajo.

Unas 3 500 plantas se sembraron hasta el mediodía, las sobrantes volvieron al centro de acopio instalado a 3 500 msnm. A este sitio llegaron ya 9 500 ejemplares, de los 30 000 que contempla el proyecto total.

Gustavo Cadena, presidente de la Comisión del Ambiente de la Junta Parroquial, confía en que el polylepis plantado, una de las 28 especies del género botánico, crezca en su totalidad, pues proviene de patrones técnicamente tratados para la altitud del lugar.

La franja, de 10 m de ancho, alcanzó unos 3 kilómetros de longitud, paralela al cerco de alambre de púas que se instaló en la minga anterior, hace dos meses.

El doble cerco tiene un múltiple propósito, según el presidente de la Junta Parroquial, Julio López. Uno es precisar físicamente el lindero entre el área de reserva ecológica y la propiedad privada en la zona de amortiguamiento. El hito se ubica en los 4 100 msnm.

También evitará que continúe la depredación del páramo y protegerá las vertientes de agua que abastecen del líquido vital a Checa y a una parte de El Quinche, a través del río Aglla.

La zona de amortiguamiento está sujeta a un plan de manejo, para cuya definición la Secretaría del Ambiente contratará una consultoría. El estudio, que estará terminado en este año, costará USD 25 000, expresa López.

López agrega que el trabajo de recuperación del Puntas, emprendido por la Junta Parroquial hace varios años, tiene el respaldo del comité interinstitucional de la zona; este y la Recae buscan preservar el páramo de la cordillera desde Ascázubi hasta Pifo.

Producto de esa coordinación, precisamente, se ha definido la frontera entre las tierras de cultivo y pastoreo con las de la reserva andina en toda el área.

Pero a pesar de esos acuerdos, durante la minga se observó ganado de la hacienda Santa Teresita en un sector de la reserva.

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