La lluvia sigue causando destrozos en Quito. El fuerte aguacero de la tarde produjo el desbordamiento de una quebrada en Lumbisí, en el nororiente de la ciudad.
La casa de Viviana Chillán fue la más afectada. El inmueble de dos pisos, ubicado a un costado de la calle principal, se inundó porque se derrumbó el muro de contención. Una parte de la mesa de la carretera se hundió.
Según Angélica Paucay, madre de la afectada, el agua llegó hasta el borde de las ventanas. Para reducir los impactos de la inundación, rompieron una pared del cerramiento posterior.
Esto causó que las casas de sus vecinos Mercy Chillán y Galo Pichua también se inundaran. El lodo mojó los muebles y electrodomésticos. Los afectados no tuvieron otra opción que sacar los enseres a la calle.
Chillán perdió dos máquinas industriales y una computadora. Los equipos estaban conectados cuando el agua ingresó repentinamente a su vivienda.
Otra emergencia que se reportó fue el desborde de una quebrada sobre el puente de la vía principal. La furgoneta escolar, marca Hyundai, de placas PUC- 656, en la que viajaban Mónica Quilumba y Segundo Vega, quedó atrapada. Los Bomberos los ayudaron a salir.
En San José de Monjas, en el sector de la línea férrea, el derrumbe de un talud destruyó tres casas. Rommel Gañay se fracturó la pierna y su dos hijos de 3 y 7 años tuvieron golpes leves. Las tres familias fueron evacuadas a la casa comunal. En el norte de Quito también se sintió el impacto del invierno. En la Granados e isla Marchena, un árbol cayó y destruyó dos postes.