Acrílico, caucho o papel bastan para transformar a una persona. En esta época las máscaras inundan la ciudad, y aunque la mayoría termina en el fuego para el ritual del pase de año, se encargan de desfigurar varios rostros antes. Christian Lavarello, vestido de traje y corbata, se prueba la cara de una viuda.
Él cuenta que hace unos años empezó a disfrazarse en su hogar y en su oficina porque disfruta mucho ese “momento de transformación”. Para él, es un instante de desinhibición, pues hace cosas que nunca haría normalmente. Se considera un hombre tranquilo, pero cuando se trata de máscaras busca un cambio total y se disfraza de pies a cabeza.
“Hay que asumir el personaje”, comenta el hombre. Y por eso este año duda si se convertirá en viuda o no. “Dicen que los hombres que se disfrazan de viudas aprovechan para sacar la mariconería que tienen dentro”. Sin embargo, él cree que no es verdad, que el objetivo es conseguir la risa. Ernesto Carrión y su esposa María Chávez comparten esta opinión.
Ellos dicen que cuando uno se pone la máscara “hay que actuar”. Cada año se disfrazan para las fiestas familiares y el objetivo es hacer reír a los nietos. Otros, en cambio, buscan máscaras por tradición. Más allá del personaje, se trata de mantener y recrear una costumbre que se ha ido afianzando a lo largo de la historia.
Vicente Paredes, propietario del Palacio de la Careta, explica que considera que una máscara está lograda cuando la persona se transforma al ponérsela. Y, curiosamente, cuenta que los niños prefieren las más horrorosas. Es probable que ellos sean más abiertos a mutar y entrar en mundos imaginarios, evadiendo prejuicios que a los adultos les cuesta atravesar.
Un adolescente, Jacobo Mora, atraído por la cara de Joker, cuenta que la máscara le “enfrasca en otro mundo” donde no hay reglas porque nadie te ve la cara. Entre emoción, risa, imaginación, libertad y tradición, abundan los rostros transformados, pues como decía Oscar Wild “una máscara nos dice más que una cara”.
Los eventos
Festejos. Como parte de las celebraciones para despedir el 2012, mañana se realizará el concurso de años viejos, en la Tribuna del Sur, en la av. Teniente Hugo Ortiz. La vía estará cerrada desde el redondel de la Atahualpa hasta la Mariscal Sucre.
Concierto. En el sur de la ciudad, mañana se llevará a cabo el concierto de la Concha Acústica de la Villa Flora.