¿En que falló el plan operativo de recolección en el centro y en el sur?
Falló porque pensamos que los horarios y frecuencias de recolección con las que fiscalizábamos a Quito Limpio se cumplían. Pensamos que teníamos los horarios inter-diarios definidos, pero ya en la cancha nos dimos cuenta que era distinto.
¿Se respetaron los horarios y frecuencias?Sí. Lo que sucede es que los horarios y frecuencias que tenía Quito Limpio en algunos sitios no eran verdaderos. La gente estaba acostumbrada al paso del recolector todos los días. Esto es conocido como paso y repaso. Nosotros recién nos desayunábamos eso. Fue una falla. Nos enteramos en el campo.
¿Cómo se planificó?
Este es un trabajo que requiere adaptación. Hicimos un mapa para la recolección. Sin embargo, el rato que vamos a la ruta apareció que son caminos, curvas o subidas. No se puede hacer esa ruta, porque la parte de atrás del camión se topa. Fue necesario hacer adaptaciones de microrruta. Ese proceso toma 30 días.
¿Esto retrasó la recolección de desechos?
Esto puede complicar la recolección en algunas rutas. Eso está previsto, tal es así que los contratos prevén 90 días de plazo hasta que se regularice la operación de recolección.
Tampoco hubo una buena campaña de información…
Se arrancó con una campaña de perifoneo y la entrega de pancartas, en las cuales se anunciaban los horarios. Eso fue insuficiente. Por eso vamos a intensificar la comunicación.
¿No era preferible hacerlo antes de asumir la limpieza de las calles en el sur?
Era necesario conocer la realidad antes.