Largas filas de hasta 20 vehículos se forman todos los días en la calle El Sena, en la intersección con la av. Pedro Maldonado, en el sector de La Recoleta, en el sur.
Los trancones se generan por el cierre del carril que conecta al sur con El Trébol. En el sitio, el Instituto Metropolitano de Patrimonio (ex Fonsal) ejecuta trabajos provisionales para apuntalar el talud, que se derrumbó en noviembre pasado, durante el invierno.
Dos llantas y un cerramiento de planchas de zinc obstaculizan el paso de los carros. Algunos plásticos negros cubren parte del talud. El miércoles pasado, Fernando Calahorrano se dirigía al sur, mientras esperaba el cambio del semáforo de rojo a verde, comentó que el caos es mayor en las horas pico. “No se puede transitar, necesitamos una vía alterna”.
En esta intersección confluyen los carros que van por la Maldonado y por la calle Carlos María de la Torre, con rumbo al norte. Antes, la calle El Sena era la vía de desfogue, ahora todos deben transitar solo por la Maldonado.
Los conductores que van al Centro afrontan otra dificultad. En Santo Domingo solo está habilitado el carril del trole, por lo cual hay que hacer otro desvío.
El taxista Diego Paredes comentó que por El Sena, llegar al Playón de La Marín le tomaba cinco minutos, ahora por la Maldonado se demora entre 15 y 20.
Norma Jara vive en Chimbacalle, sus tres hijos estudian en el centro e ingresan a las 07:30. Antes salían a las 07:00, ahora lo hacen a las 06:40 para no atrasarse.
El cierre de la calle El Sena se prolongará por lo menos unos ocho meses más, tiempo que demorará la estabilización definitiva del talud.
Ana Andino, coordinadora técnica de obras del Instituto Metropolitano de Patrimonio, indicó que en estos dos meses se han realizado solo obras de emergencia (limpieza de la capa vegetal, retiro de materiales y la nivelación del talud). También se han realizado los estudios estructurales que permitan la construcción de un sistema de muros intercalados, para la estabilización. Se espera que los estudios estén listos en la primera semana de marzo.
La obra tomará entre seis y ocho meses, tiempo en el que no habrá circulación de carros por el carril sur-norte.
Pedro Barragán, quien conducía una camioneta Luv doble cabina, criticó la demora en los trabajos. El conductor pidió que el Municipio proponga alternativas para agilitar la fluidez en el tránsito. “Los que vivimos en el sur nos atrasamos a trabajos o escuelas, los semáforos no son suficientes. No podemos seguir así”.
También existe preocupación porque no se observa a los trabajadores en la obra. “Parece que está paralizada”, dijo Jara.
Al respecto, Ana Andino indicó que en el sitio laboran 15 obreros. En estos días trabajan en las instalaciones del colegio Santa Teresita, cuyos patios se fisuraron por el alud. La cuadrilla realiza la pavimentación de los patios y construye una cuneta para evitar que el agua caiga en el talud.
La próxima semana se colocará una geomalla, en los 700 m² del talud. Esto ayudará a proteger de la humedad y evitar nuevos deslizamientos hasta que se construya el muro definitivo.