Acompañados de cacerolas y con el grito “Chao Barrera” casi un centenar de personas se concentró en la esquina de las calles Calama y Reina Victoria, norte de Quito, para rechazar la política del alcalde Augusto Barrera.
A esta convocatoria, que circuló por las redes sociales, se la denominó “cacerolazo quiteño”. Gabriel Garcés Jaramillo, uno de los asistentes manifestó que “nos ha convocado una obsesión por la ineptitud del alcalde de Quito”.
Durante la concentración se repartió una carta dirigida al alcalde que empezaba con un listado de quejas: intensa congestión de tráfico, falta de planificación en las obras, violencia y falta de control y corrupción en el sistema de pico y placa. Augusto Flores Andrade, otro manifestante, dijo ser el autor de la carta y expresó su interés de entregarla en la municipalidad.
La marcha avanzó hacia el centro de Quito pero la Policía municipal y nacional impidió el paso de los manifestantes. Aproximadamente a las 19:00, los participantes del “cacerolazo quiteño” se despidieron asegurando que volverán la próxima semana.