En el ingreso, en un letrero, se anunciaba el nombre de la muestra: ‘Un rinconcito de Belén en Quito’.
En el museo del convento de San Francisco, en el Centro Histórico, está abierta al público una exhibición de belenes, que recoge características y tradiciones de diferentes países. Fueron elaborados con madera, con tela encolada, con mezcla de harina de trigo y yeso, etc. Las figuras de algunos están recubiertas con pan de oro, plata y policromados.
Un nacimiento de 80 piezas, con el nombre ‘Sueño del niño’, llama la atención de Vicente Guerrero y Gloria Abril. “Qué belleza, cada ángel tiene un instrumento: una trompetita, guitarras, tambores y panderetas”, comentaba Vicente.
La exposición es dirigida por el padre franciscano Walter Verdezoto, director del Museo Pedro Gocial y superior del convento. la mayoría de pesebres es elaborada por el grupo Guardianes de Belén, que se reúne cada sábado desde febrero para elaborarlos. En 2006, en el convento realizó la primera muestra con el nombre ‘100 belenes en Quito’.
En la segunda sala hay un pesebre gigante hecho de espuma flex, estuco, pintura acrílica, palo de balsa, latón y aserrín. Las figuras están talladas en madera, donde con letras rojas se resalta la palabra anunciación. Este es uno de los cuatro belenes que se exhiben en las esquinas de la sala. Fueron elaborados por Pablo Rodríguez.
La muestra reúne pesebres romanos, mestizos, indígenas, rusos, entre otros. Hay uno levantado en tamaño real, con figuras que se mueven. Es la obra representativa de Verdezoto. Entre las figuras está un pescador junto a un sacerdote que toca la campana. También hay un gato que corre detrás de un ratón; y una vaca que come hierba mientras José acurruca a Jesús en sus brazos.
Cumandá Astudillo visita todos los años la exposición. “Trabajo aquí, cerquita por eso estoy con el uniforme. Vengo todos los años y aunque ahorita ocupé mi hora de almuerzo para venir, voy a regresar con mis nietos”, decía, mientras señalaba con su dedo índice un belén que tenía pañales bordados, colgados en un alambre.
Por estas épocas, la exposición también se convierte en un destino turístico. Pasado el mediodía del lunes, el estadounidense Jerome Berdych, miraba detenidamente cada nacimiento. “He viajado por varios países junto con mi esposa y la verdad no hemos visto este arte en ningún lado. Hay mucha creatividad”.
La muestra estará abierta al público hasta el 8 de enero del próximo año. El horario de atención es de 09:00 a 17:00. Los domingo hasta las 12:30.