Después de nueve años de trabajos, el nuevo aeropuerto de Quito, la obra más grande para la capital, será inaugurado hoy. Tres alcaldes han pasado por el Municipio durante la construcción, que se inició en 2003: Paco Moncayo, Andrés Vallejo y Augusto Barrera.
La terminal aérea, ubicada en Tababela, costó USD 683 millones y fue levantada sobre 42 000 metros cuadrados. Tiene la segunda pista más larga de Sudamérica, con 4 100 metros, después de la del aeropuerto de la capital de Argentina.
Los sistemas de control de vuelos y aterrizajes han pasado las pruebas con pasajeros y carga, en el día y en la noche. La Dirección General de Aviación Civil (DGAC) entregará, durante la ceremonia, la certificación al aeropuerto como aeródromo. Con el documento, podrá aterrizar cualquier tipo de aeronave desde el 20 de febrero, cuando está previsto que se inicien las operaciones.
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En julio de este año arrancaron las pruebas y los simulacros, que fueron coordinados por el Aeropuerto de Múnich. Centenares de personas participaron en las evaluaciones de las máquinas y equipos de la terminal de pasajeros. Se probaron los sistemas electrónicos e informáticos para el chequeo de personas y manejo de maletas. También los equipos instalados en los ‘counters’.
Philippe Baril, presidente de Quiport, informó que la nueva terminal aérea generará cerca de 6 000 empleos directos y 5 000 indirectos. Actualmente, en el aeropuerto Mariscal Sucre trabajan 4 000 personas.
La operación de Tababela ayudará al Municipio a obtener recursos adicionales a los presupuestados, para la construcción del metro y obras viales, según lo ha explicado en varias ocasiones el alcalde Augusto Barrera.
La razón: el 12% del cobro de las tasas aeroportuarias irá a las arcas municipales. Se calcula que en 35 años, el Cabildo reciba USD 800 millones.
La Secretaría Metropolitana de Producción y Desarrollo informó que la obra contribuirá a impulsar los sectores de exportación y turismo en el Distrito.
Por la capacidad operativa de la nueva terminal se abrirán otras rutas y vuelos directos hacia las ciudades con mayor demanda de viajeros turistas. Por ejemplo, se realizarán vuelos directos hacia Nueva York, Madrid, Buenos Aires y Santiago de Chile. También se buscará llegar sin escalas a Sao Paulo, México D.F., Los Ángeles y Chicago, principalmente.
El operativo de mudanza del aeropuerto empezará dos meses antes del inicio de operaciones. Se utilizarán 4 000 camiones. La empresa DHL es la encargada del transporte del inmobiliario. En el predio donde actualmente funciona el Mariscal Sucre se construirá un parque, una estación del metro, la nueva infraestructura para el Colegio Benalcázar, una arena de espectáculos y una sede de convenciones. Además, se construirán vías para conectar al oriente con el occidente.
El día que el aeropuerto salga del norte de la ciudad, se invitará a la ciudadanía a visitar el predio desocupado. Barrera ha insistido en el tema de los pasivos ambientales, al referirse a la obligación de las aerolíneas de dejar limpios los hangares. Persiste el compromiso del Municipio de tener para esa fecha listos los intercambiadores de la Vía Interoceánica y la ampliación de la E35.
‘En 30 años no se lo hizo’
Paco Moncayo. Ex alcalde del Distrito, desde el 2000 hasta el 2009.
Cuando fui candidato a la Alcaldía, ya existía la idea, desde hace 30 años, de construir un nuevo aeropuerto. Por eso, durante la campaña dije que si ganaba lo iba a hacer realidad.
En el 2000, cuando asumí la Alcaldía, iniciamos las gestiones para su construcción y al mismo tiempo trabajamos en la restauración del actual aeropuerto Mariscal Sucre, que era una vergüenza. Estaba lleno de vendedores ambulantes, sin salas de espera, ni mangas para los pasajeros.
En ese año, el país estaba quebrado y conseguimos que el Gobierno de Canadá asuma el proyecto. También logramos el apoyo de Estados Unidos y del Banco Interamericano de Desarrollo.
Es así, que desde el 2003 se inició el movimiento de tierra en Tababela. En el 2005 entró a operar Quiport y en el 2006 empezó la construcción de la terminal aérea. En el 2009, cuando terminó mi administración, la obra tenía un avance del 70 %.
Es positivo que Quito ya tenga un nuevo aeropuerto y no importa si se lo entregó dos años después, lo importante es que la obra se concluyó.
‘Es algo satisfactorio’
Andrés Vallejo. Ex alcalde, de enero a julio del 2009.
Hay que reconocer que todo el proceso de la construcción del nuevo aeropuerto se hizo bajo la administración de Paco Moncayo. Yo era delegado de la Corpaq y cuando asumí la Alcaldía continué ese proceso.
Luego de terminar mi período ya se anunció que el alcalde electo (Augusto Barrera) renegociaría el contrato. Por eso se suspendieron las obras que ya tenían un avance del 72%. Esto fue en julio del 2009. No es verdad, como dijeron, que el proyecto estaba muerto y lo resucitaron. Las obras se paralizaron por la renegociación del contrato.
Da satisfacción saber que luego se ratificaron exactamente los contratos que hizo la administración de Moncayo, sobre la concesión y construcción.
Me alegro que la obra se haya terminado, pero me apena que se haya retrasado dos años y medio, eso significa un costo que la asume la ciudad.
Además, es penoso que se haya suspendido la construcción de la vía Gualo-Puembo que estaba licitada y financiada. De hecho, ahora ya estaría funcionando y tendríamos un aeropuerto con vías de acceso.
Renegoció el contrato
Augusto Barrera. Alcalde del Distrito desde el 2009. Fue concejal.
El actual Alcalde de Quito renegoció, en el 2010, el contrato firmado ocho años antes entre la Corporación del Aeropuerto y Zona Franca del Distrito (Corpaq) y la Canadian Commercial Corporation (CCC).
El nuevo acuerdo cambió el modelo de concesión a uno de alianza estratégica y replanteó el porcentaje que recibirá el Municipio por las tasas aeroportuarias.
Esto permitió que el Cabildo participe directamente en el negocio de la nueva terminal aérea, recibiendo el 12% de las tasas aeroportuarias, que representan USD 800 millones durante los 35 años de concesión. Antes, el contrato establecía una tasa fija de USD 225 millones.
Otro aspecto que se modificó fue que el titular de la alianza es el Municipio, a través de Corpaq, que se transformó de empresa privada a pública.
Además de inaugurar el aeropuerto, se inició la construcción de la Ruta Viva y de la vía Collas-Guayllabamba, que su primera fase estaría lista para el segundo semestre del 2013. Para el actual Alcalde, se trata de una obra histórica.
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