El lunes en la tarde el agua volvió a salir turbia por los grifos de algunas casas del sur de Quito. María Fernanda Yánez vive en el sector de Chimbacalle y denunció que el líquido estuvo mezclado con mucha tierra. “En los últimos días, el agua potable ya no es confiable”.
En su opinión, la vetustez de la tubería, de la red de conducción, está causando filtraciones de impurezas. El problema persiste desde el lunes 17. Ese día, los vecinos de La Internacional, San Bartolo, La Ferroviaria, Pío XII, Atahualpa y Villa Flora denunciaron que el agua llegaba a sus hogares con una coloración roja, amarilla y gris.
Las autoridades de la Empresa Metropolitana de Agua Potable explicaron que hubo una ruptura en las tuberías y luego de hacer las reparaciones, se bombeó nuevamente el líquido con fuerza. Eso causó el desprendimiento de material y de minerales.
Wilson Oña, subgerente de la Empresa, sugirió a los usuarios del servicio que mantengan abierto el grifo por un buen tiempo hasta que el líquido vuelva a caer transparente.
Para Yánez esa una alternativa arcaica para resolver el problema. Mariana López también vive en Chimbacalle y el lunes afrontó otra vez el problema.
“No se dan cuenta que podemos terminar intoxicados. No es normal que un día el agua esté limpia y otro, contaminada con arena. Algo está pasando en las tuberías y no hacen nada”.
Ayer, en la tarde, en un comunicado, la Empresa informó que se reparó una fuga en la tubería matriz en la calle Bartolomé Alvez y Pedro Cepeda (Cinco Esquinas). Eso provocó el cierre de válvulas y al volverlas a abrir, la fuerza desprendió, otra vez, arena.
Por ahora, López prefiere comprar agua en botellas. Está preocupada por la salud de sus hijos. “Es un gasto más, pero hay que hacerlo. Es muy lamentable que en Quito persistan estos problemas del siglo pasado”.