En el 2010, el Municipio de Quito inició el proceso de actualización del catastro de los predios de las 423 000 hectáreas del Distrito.
La actualización catastral consiste en registrar en una base de datos los planos de los 710 000 predios urbanos y alrededor de 60 000 rurales. Allí también consta la información que se refiere al posicionamiento espacial de los terrenos en un sistema de coordenadas.
Esta es la primera fase del plan de modernización catastral de la capital. De acuerdo con el cronograma planteado, a fines del 2013 se contará con una base de datos cartográfica georreferencial actualizada, que definirá exactamente el área y coordenadas de cada predio en el Distrito.
La actualización catastral digitalizada ha traído inconvenientes para los arquitectos y constructores. Marco Herrera, quien se dedica a diseñar proyectos habitacionales, comentó que las obras registran atrasos. El constructor contó que el Municipio permitía un margen de tolerancia del 10% de error en el área del predio, con referencia a la información que constaba en las escrituras y en los planos. Actualmente, tiene un proyecto de vivienda en un terreno de 1 300 m² y en las escrituras consta que tiene 1 220.
“Por ese excedente tengo que cancelar un valor al Municipio, porque es como si yo le comprara esa diferencia del terreno que no estaba catastrado”, explicó.
Según el Código Orgánico de Organización Territorial Autonomía y Descentralización (Cootad), en el artículo 481, por excedentes o diferencias, se entiende a las áreas que no consten en la que está registra en el título y que sean identificadas al realizar una medición por parte del Municipio. “Estos excedentes o diferencias se adjudicarán al propietario del lote que ha sido mal medido, cobrándole el precio de mercado”, estipula el Cootad.
Según Daniel Herrera, director metropolitano de Catastros, los valores que se cobran por los excedentes responden a dos normativas: el Cootad y la Ordenanza Municipal 269, artículo 11, en los cuales también se establecen descuentos dependiendo del monto.
Katia Roldán es propietaria de un predio en el sector de Marianitas, en el norte de la ciudad. Hace nueve meses inició un proyecto para construir una vivienda en ese lugar. El proceso se detuvo cuando realizó la actualización del catastro en el Municipio.
“En las escrituras dice que mi terreno tiene 450 m² y con el catastro georreferenciado hay un excedente de 35 m². Tengo que pagar cerca de USD 800”.
En diciembre pasado, el Concejo Metropolitano aprobó la revalorización de los 750 000 predios registrados en Quito, para el pago del Impuesto Predial.
Según la Administración Municipal, en la ciudad, el catastro no ha sido actualizado desde el 2005. El alcalde Augusto Barrera explicó que aun cuando el nuevo precio del inmueble se quintuplique, el propietario no sentirá más de un 30% de incremento en el Impuesto Predial.
Hasta la fecha se ha digitalizado el 40% del área del Distrito. Se ha levantado ya información de alrededor de 300 000 predios, de los cuales 120 000 ya han sido fiscalizados y de ellos 70 000 actualizados en una base electrónica.
Este barrido catastral que se realiza, predio a predio, comprende la actualización de datos con respecto a las características de los inmuebles, superficies de terrenos, detalles constructivos, superficies de construcción, usos constructivos, destinos económicos de los predios, etc.
Todo esto es complementado con imágenes satelitales tanto de las zonas urbanas como rurales.
Este material servirá como información de base para la localización exacta de los predios, sus características particulares, así como para la planificación de obras y proyectos de desarrollo en el Distrito. Con la cartografía digital se reemplazará la análoga que hasta la fecha se maneja en hojas catastrales de papel calco.
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