‘No basura”, es la frase escrita con pintura roja, en uno de los contenedores ubicados en la calle Juan Garzón y Santa Teresa, en el sector de Cotocollao, en el norte. Otros ocho recipientes, distribuidos en las calles aledañas, también están grafiteados con la frase. Algunos solo tienen garabatos.
En el mismo sector, un contenedor fue destruido por un vehículo que chocó contra la base. Esto ocurrió en la madrugada del sábado pasado. El recipiente estropeado fue retirado del lugar y reemplazado por uno nuevo.
Los contenedores fueron colocados hace 12 días, como parte del nuevo sistema de recolección de basura que la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo) implementó en seis barrios del norte. El fin de semana pasado, se registraron 31 agresiones con grafitis contra los contenedores (siete en San José del Condado, nueve en Cotocollao, 13 en la Quito Norte y dos en San Carlos).
El martes, Fernando Caizatoa, técnico de mantenimiento, repintó el contenedor de la calle Juan Garzón. Con una toalla y disolvente retiró la pintura roja. Por suerte estaba fresca y se retira con facilidad”, dijo.
Luego de colocar unas cintas para cubrir los logotipos del recipiente, repintó de gris la parte afectada , con otro spray. El proceso le toma entre 8 y 10 minutos.
Según Patricio Villavicencio, gerente del proyecto, 14 de los contenedores grafiteados ya fueron pintados. El resto serán reparados durante esta semana. Estos trabajos no estaban contemplados en el contrato de mantenimiento, que se inició en este mes.
Cada contenedor será sometido a dos mantenimientos mensuales. “Si de hoy en adelante dañan los contenedores, se deberá esperar a la fecha de su mantenimiento programado para que sean reparados”, dijo Villavicencio. Durante un año se invertirá USD 150 000 en este proceso. El monto incluye una unidad de mantenimiento y un camión.
José Mosquera, vecino del sector, contó que por dos ocasiones sorprendió a un joven que intentaba pintar los contenedores. “Le llamé la atención y se fue. Pero regresan a la madrugada. No es gente del barrio”.
Para Gonzalo Hernández, otro morador, el problema es que no hay colaboración de la ciudadanía. Un día observó a varias personas que brincaban sobre la palanca, que abre la tapa del contenedor. “No cuidan”.
Juan Chulca tiene un taller de copia de llaves frente a un contenedor. Él miraba molesto cómo junto al recipiente estaban desperdigadas fundas con basura. El martes, a las 10:30, una de sus vecinas colocó dos fundas con desperdicios en la vereda. Al ser advertida que sería multada, corrió.
“El contenedor estaba lleno, pero la señora no quiso caminar y buscar otro que estuviera vacío”.
Similar problema ocurrió en la esquina de la Libertadores y Santa Teresa. El mal olor era insoportable. Una vecina, que no quiso identificarse, contó que algunas personas no ponen la basura en fundas, sino que vacían directamente en los tachos.
Por esta razón hay vecinos como Julio Morales que piden la reubicación de los contenedores.
Su local está ubicado en la calle Bernardo Legarda y Nicolás Albán. En esa esquina hay un contenedor en la calzada. “Esto impide que los clientes se estacionen y bloquea la visibilidad de mi local. El mal olor que sale de ahí va a perjudicar a los negocios”.
Villavicencio indicó que hay 81 solicitudes sobre los contenedores. El 90% pide que se los reubique. La entidad analizará cada caso. Además, hay quejas de los vecinos de que no se recoge la basura a tiempo. Emaseo anunció que durante este mes habrá reajustes.
Las sanciones
La Agencia Metropolitana de Control realizará operativos diurnos y nocturnos en los seis barrios del norte, donde están los contenedores.
La sanción para las personas que destruyan o manchen con grafitis los bienes públicos y privados es de USD 146.
Mientras que para quienes arrojen basura en las calles y fuera de los contenedores es de USD 58,40. Se puede denunciar el mal uso al 1800 Emaseo (362736).
Daños en el Corredor Norte
Las paradas del Corredor Central Norte, que fueron rehabilitadas y reinauguradas el pasado 4 de enero, también han sufrido agresiones. Carlos Poveda, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros, indicó que hay usuarios que destruyen las conexiones eléctricas, se llevan los cables y conectores. Incluso, se registró el robo de las sillas, dentro de las paradas.
Todos los días grafitean los ventanales. “En las mañanas limpiamos y en la noche vuelven a manchar los vidrios”.
En la parada La Delicia, en la av. De la Prensa, hasta ayer todavía se observaba la letra G pintada con espray dorado. Según Poveda, las paradas más vulnerables a los robos y grafitis son las que están entre la Base Aérea y La Delicia.
Por esta razón, se reforzará la seguridad en los 26 andenes, en especial en el horario nocturno. Las paradas serán aseguradas hasta con rejas para evitar que se lleven y destruyan el mobiliario.
Hasta ahora no se ha logrado identificar a los agresores. Por lo que se pide más colaboración de la ciudadanía. “Debemos hacer conciencia y cuidar”.